Cine: Los Odiosos Ocho (2015)

Me encantan las películas de Tarantino, todas y cada una de ellas. No soy uno de esos fans que defenderían al director bajo cualquier circunstancia porque siempre he pensado que una discusión decente debe hacerse con un mínimo de objetividad y, siendo sincero, no me da la real gana de guiarme completamente por la objetividad cuando se trata de mis gustos (dudo que alguien sea capaz de hacerlo).

He visto todas las películas del famoso Quentin e incluso tengo una de ellas, Reservoir Dogs, entre mis preferidas, algo bastante meritorio porque no suelo tener tanta memoria "favoritista" con las películas como la tengo con videojuegos y series. Los guiones lo son todo en estas producciones, y eso es lo que me gusta de Tarantino porque, pese a los litros de sangre y los tiros, las escenas con las que te quedas son de conversaciones.

Los Odiosos Ocho (The Hateful Eight) explota al máximo esta faceta del citado director (y también guionista) ofreciendo casi tres horas donde unos personajes violentos y armados protagonizan apenas una o dos escenas de acción muy cortas y controladas. El guión es la estrella, apoyado en un reparto del que es casi imposible destacar un solo actor porque todos cumplen su papel a las mil maravillas.

Ocho papeles principales, de ocho personas cuyas vidas se cruzan al buscar resguardarse de una peligrosa ventisca en una acogedora posada para diligencias. Dos cazarrecompensas, una bandida, un futuro sheriff, un posadero, un verdugo, un viejo veterano de la Guerra de Secesión y un vaquero deben sobrevivir juntos bajo el mismo techo, algo poco realista teniendo en cuenta las obvias diferencias entre todos ellos.

A partir de este punto se realiza una opinión completamente personal y se dan numerosos spoilers de la película.

Es bastante complicado empezar a opinar sobre una película que en más de dos horas y media no deja de dar detalles de los que es fácil escribir un párrafo entero por cada uno. Creo que esta vez Tarantino ha sabido rizar el rizo mucho más que en ninguna otra de sus obras, al parecer aprovechando el hecho de que muchos de los que la hemos visto ya conocíamos su estilo y teníamos un mínimo de experiencia viendo ciertos géneros.

¿Por qué? Pues porque la película no te engaña en ningún momento, no tiene secretos para el espectador (a excepción del personaje de Channing Tatum, Jody). Todos los personajes son muy descarados en sus roles porque ninguno es lo que parece, pero eso es algo que se nota nada más verlos.

Los Odiosos Ocho se aprovecha de que el espectador va a negarse a sí mismo las obviedades porque, claro, nadie te revelaría todos los detalles de una película al poco de empezar, ¿no?.

Joe, el vaquero (Michael Madsen) tiene el aspecto menos fiable y, sin embargo, cuenta la historia más inocente, así que acabas pensando que es el típico personaje bueno al que se machaca por su exterior. Lo acabas pensando tú, porque la cara de cabrón que tiene Madsen toda la película deja a la altura del barro el cuento que se inventa su personaje. El Mexicano (Demián Bichir) y El Verdugo (Tim Roth) solo abren la boca para presentarse y soltar trivialidades, lo cual les hace parecer personajes secundarios cuando la situación y el título de la película expresan que todos son relevantes. 

También está el viejo Confederado (Bruce Dern) que está ahí para provocar un enfrentamiento con el personaje de Samuel L. Jackson, y Daisy (Jennifer Jason Leigh, la que considero que hace la mejor actuación), que está siempre sonriendo y segura de sí misma pese a ir directa a su ejecución y llevarse unas palizas que me han dolido hasta a mí.

Los tres personajes restantes son un contraste a estos cinco impostores, los que crean ese clima de que todo está decidido en cuanto los ocho se encuentran.

El personaje de El Sheriff (Walton Goggins) gira en torno al actor que lo interpreta, un actor que sabe dar a su otro yo una imagen desagradable, supuestamente palurda y un poco bocazas, pero creo que es el único que no llega a decir una sola mentira en toda la película. Es un futuro sheriff, es decir, el único de toda la panda con una ocupación clara y buena, pero seguro que no he sido el primero que lo ha creído malo simplemente porque no cumple los tópicos de agente de la ley al que nos tienen acostumbrados. 

John "La Horca" Ruth (Kurt Russel) es grosero y violento (como he dicho, los puñetazos que mete a Daisy duelen al verlos), pero muy perspicaz e, irónicamente, el único de los personajes centrales que apenas muestra racismo por su compañero de profesión, Warren (Samuel L. Jackson).

Jackson hace de sí mismo y es lo más descarado de toda la película, es un negro cabrón y astuto que se va dando cuenta de todo poco a poco (algo que se nos va mostrando, como la escena en que ve el caramelo del suelo y el hueco en la estantería). Aunque juega con ventaja al conocer muy bien el lugar (de no ser así, diría que el más astuto es Ruth).

Reconozco que el noveno personaje, ese del que se olvidaron hasta los carteles de la película, me tuvo intrigado hasta la recta final. El conductor de la diligencia (James Parks), cuyo nombre soy incapaz de escribir debido a su pronunciación, era un personaje tan prescindible y vulgar que, viendo el camino que tomaba la película, me convencí de que iba a ser el malo (o uno de ellos). Resultó que era otro auto-engaño, ya que sí era un personaje prescindible. Otro punto para Tarantino, y otro más por el uso sublime del recurso de la puerta. La película se pasa varias escenas abriendo, cerrando y reforzando una puerta rota para gritarte a la cara que las últimas personas que entraron en esa casa no lo hicieron a buenas.

Los Odiosos Ocho es una película que juega mucho con los tópicos de su director e incluso me atrevería a decir que se burla de ellos. El guión es perfecto, con una ambientación acorde (no salen de la posada en toda la película) y la elección de actores es, como siempre en Tarantino, insuperable. Pero no hay misterios, no hay engaños o grandes giros argumentales, tan solo los que nosotros mismos nos inventemos.