jueves, 12 de mayo de 2016

Manga Pokémon (2): Amarillo


Tras los dos excepcionales volúmenes de Rojo, Verde y Azul, que tantísima ilusión nos causaron con su publicación, ha terminado al fin el siguiente arco argumental directo del manga Pokémon en España: Amarillo. Esta vez, Rojo pasa a un segundo plano para ceder el protagonismo a un nuevo personaje al que se le acaba teniendo aún más cariño que al famoso entrenador de Pueblo Paleta. 
Los dos volúmenes de Amarillo son continuaciones directas de la saga anterior, ya que siguen con la trama de la región de Kanto con el regreso de los personajes principales (Azul, Verde, Oak, Bill e incluso los líderes de gimnasio), presentación oficial de varios villanos que se dejaron entrever en la recta final de su predecesor y alguna que otra sorpresa sobre detalles que quizás se nos escaparon mientras leíamos la aventura de Rojo.


Cabe destacar que esta saga no sigue prácticamente en nada el argumento del videojuego en que se basa, algo que imagino que pasará con casi todos los arcos argumentales que vengan de un videojuego derivado de los principales o con los remakes.
Personalmente, la historia de Amarillo me ha encantado, cuenta muchísimas cosas que no salían en los juegos y le da papeles diferentes a los miembros del Alto Mando. También se entrelaza con mucha naturalidad a la venidera Oro, Plata y Cristal, así que al menos las dos primeras generaciones Pokémon estarán muy relacionadas en este manga.


Como no podía ser de otra forma, la saga recibe el nombre de su protagonista. Dos años han pasado desde la conclusión de la Liga Pokémon y Rojo, que ha ganado cierta fama, recibe una carta de desafío de Bruno, miembro del Alto Mando.
El joven entrenador acepta y no se vuelve a saber nada de él hasta que un malherido Pika entra en el laboratorio del Profesor Oak, que empieza a temerse lo peor. De pronto, un misterioso joven de nombre Amarillo aparece para colaborar con Pika en la búsqueda de Rojo, ayudado por sus compañeros Pokémon y unos extraños poderes que le permiten interactuar con estas criaturas a un nivel mucho más profundo que cualquier otro entrenador.
Con la ayuda de sus compañeros y de los viejos conocidos de Rojo (habrá más de una sorpresa en esto último), el inexperto joven deberá enfrentarse a algunas de las mayores amenazas de Kanto no ya para salvar al famoso entrenador, sino a la región entera.

Si en la saga anterior se nos mostraba el potencial de los Pokémon en combate y los resultados de entrenarlos para hacerlos más poderosos, esta vez veremos cómo de importantes son los vínculos entre un entrenador y sus criaturas y que no todo los combates se ganan con fuerza bruta.
También queda demostrado que, al igual que se está viendo en Negro y Blanco, no estamos ante un simple manga de buenos y malos, sino que todos tienen sus razones y cada personaje tiene un mínimo de trasfondo.
Ahora toca esperar el próximo volumen, que será el primero de la nueva saga y para el que aún queda un mesecito (saldrá junto al último de Negro y Blanco, así que hay el doble de ganas), pero algo me dice que Oro, Plata y Cristal será capaz de incluso de subir el altísimo listón que ha dejado Amarillo.

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