Dishonored, el gran juego de 2012 cuya edición GOTY salió hace poco y de la que hablé hace unos días, tuvo además tres expansiones, dos de las cuales han resultado ser una grata sorpresa y todo un homenaje a aquellos que hemos disfrutado con el juego original.
Estas expansiones son El Puñal de Dunwall y Las Brujas de Brigmore, las dos mitades de una interesante historia que tiene como protagonista a Daud, el sanguinario asesino al que nos teníamos que enfrentar en la piel de Corvo durante la trama de Dishonored.
Una historia corta pero intensa, un personaje con mucho más carisma que el de la trama principal (tampoco es difícil) y muchísima información extra sobre el universo de Dishonored. En eso se resumen estas dos expansiones.
Ella era diferente
El veterano asesino tocado por El Forastero, cuyas manos están manchadas con la sangre de incontables víctimas, lleva meses sufriendo de algo que nunca habría imaginado tener: remordimientos.
Desde el día en que Daud hundió su puñal en el cuerpo de la emperatriz ha sentido como algo cambiaba en su interior, por alguna razón sabe que ese asesinato fue diferente y que sus acciones podrían desencadenar en algo terrible.
Mientras Dunwall se ve inundada por la peste y el supuesto asesino Corvo Attano vaga por los tejados en busca de justicia Daud recibe la visita de El Forastero, el cual le ofrece un misterio a resolver a partir de un simple nombre, Delilah.
Junto a sus seguidores asesinos, Los Balleneros, Daud deberá recorrer Dunwall en busca del significado de ese nombre y su relación con las pesadillas que lo han estado atormentando.
De nuevo volvemos a tener la opción de elegir como actuar en cada situación, matando, neutralizando o pasando desapercibidos. Esto tiene peso en el argumento y se reflejará en la actitud de Daud si hemos buscado el camino de la redención o nos hemos sumido definitivamente en la oscuridad.
Como es obvio, la opción del asesino es la más sencilla en la primera partida (una vez memorizamos el escenario y los enemigos, se puede actuar con sigilo) y así se ve reflejado en nuestro armamento.
Puñal, ballesta de mano con diferentes virotes (normal, incendiario y el anestésico para no matar),pistola, un nuevo modelo de mina verdaderamente mortal, granadas y un añadido muy especial y sorprendentemente útil para no seguir la senda de un asesino, las bombas tóxicas (una especie de bomba de humo).
En cuanto a los objetivos de asesinato más relevantes, volvemos a tener diferentes opciones tanto letales como no letales, siendo estas últimas bastante curiosas.
Tocado por El Forastero
Al igual que Corvo, Daud recibió en su día la visita del misterioso ente conocido como El Forastero, quien regala su poder a aquellas personas destinadas a grandes actos.
Los poderes de los que hace gala el veterano asesino son similares a los que podíamos utilizar en el juego principal pero con ciertos matices y añadidos muy interesantes.
Para empezar, el Guiño (la capacidad de moverse instantáneamente de un lado a otro) es muchísimo más avanzado en Daud hasta el punto de parar el tiempo mientras decide a donde trasladarse, incluso en mitad de un salto, lo cual elimina por completo el concepto de inalcanzable.
También podemos invocar asesinos para que luchen a nuestro lado o nos den pistas sobre la misión, un poder altamente adictivo precisamente por esto último, usar la Visión del Vacío para detectar enemigos, talismanes y runas (pues Daud carece del corazón para ayudarle en estas búsquedas), ralentizar el tiempo y, por último, el poder Tirar, una especie de telequinesis que afecta a objetos o personas.
Pero el papel del Forastero no termina aquí, ya que se encargará de narrar la historia y de aparecer en los momentos más inesperados para darnos su opinión sobre nuestras decisiones (si seguimos la senda de la redención se quedará muy sorprendido).
El Puñal de Dunwall y Las Brujas de Brigmore son dos expansiones más que dignas de Dishonored, con una dificultad muy alta, una historia sobresaliente y un personaje principal que a mi me ha atrapado por completo.
Poder conocer aún mejor a los personajes y la cultura del universo Dishonored, así como conocer la relación que existe entre dos personajes en un principio opuestos ha sido muy gratificante.
Todo aquel que haya disfrutado del gran Dishonored está obligado a seguir la senda de Daud y elegir que quiere ser, el asesino o el héroe.
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