En agosto de este mismo año salió a la venta el segundo contenido descargable de Inquisition, conocido como El Descenso y centrado en cumplir la promesa de llevarnos a ese lugar tan peligroso y oscuro cuya importancia ha estado presente en toda la saga: Los Caminos de las Profundidades.
Debido a la experiencia con el primer descargable, Fauces de Hakkon, no tenía unas expectativas muy altas respecto a este nuevo DLC. Era consciente de que, al igual que su predecesor, este segundo añadido no iría conectado directamente con la trama principal de Dragon Age Inquisition, por lo que me esperaba más de lo mismo con el pequeño toque mágico del fanservice por el regreso a una zona tan querida y famosa como esos caminos subterráneos llenos de engendros tenebrosos (los primeros enemigos de la saga).
Sin embargo, El Descenso me ha sorprendido gratamente, siendo entretenido, muy vistoso y tratando temas relevantes para el lore de todo el Universo Dragon Age.
En cuanto superemos la primera mitad de la historia del título principal, nos llegará un aviso sobre unos terremotos de origen desconocido en los Caminos de las Profundidades. Más en concreto, estos temblores están poniendo en peligro las minas de lirio, el mineral mágico que supone la principal fuente de la economía enana y un recurso imprescindible para muchas organizaciones, incluida nuestra Inquisición. Con la ayuda de una moldeadora enana (algo así como una historiadora) y un teniente de la Legión de los Muertos, tendremos que investigar este extraño suceso y hallar una solución antes de que ocurra un desastre
La trama consiste en un descenso continuo por los Caminos de las Profundidades hasta alcanzar lugares que no es que no hayan aparecido en el resto de la saga, es que no existía siquiera constancia de ellos. La relevancia que tiene algo así para el trasfondo general de Dragon Age y para la historia de cierta raza es tan grande que, por momentos, olvidaremos que no estamos haciendo nada relacionado con la trama de la Inquisición.
La ambientación de todos los escenarios por los que tendremos que pasar (diferentes niveles de una misma zona, aunque queda mejor que el mapeado de Hakkon) es soberbia, seguramente lo mejor que tiene el DLC y una buena razón para jugarlo. Son nuestros queridos Caminos de las Profundidades en su máximo esplendor, una buena mezcla entre las zonas abandonadas y oscuras de Origins y las de aspecto más civilizado que vimos en la segunda parte, añadiendo las nuevas más profundas, claro está. Incluso tendremos un par de combates que recordarán inevitablemente a esas batallas campales contra engendros tenebrosos del primer juego.
Hablando de engendros tenebrosos, en El Descenso nos enfrentaremos a todas las variantes posibles de este clásico enemigo, ya sean Hurlocks, Genlocks, Chillidos, Emisarios y, por fin, Ogros. A todos ellos les ha sentado realmente bien el paso de los años y tienen diseños mejorados a partir de los aparecidos en Dragon Age 2, pero no serán ellos los enemigos que más nos llamen la atención debido a las nuevas incorporaciones de ciertas "razas" que encontraremos en lo más profundo de la tierra y cuyo diseño, presentación y trasfondo son claves en la resolución del DLC e implican varios cambios en la historia general de la saga.
Además, también suponen un desafío considerable, usando armas y tácticas nunca vistas que pueden acabar rápidamente con todo nuestro grupo si no somos cuidadosos.
En cuanto a las tareas y misiones secundarias, este descargable no decepciona, si bien es difícil tomarse cualquier tarea como algo opcional debido a la temática y ambientación del mapa. Estamos explorando los Caminos de las Profundidades, así que técnicamente todo lo que hagamos es necesario e importante, al menos desde el punto de vista de un jugador que suele aprovechar al máximo sus juegos.
Hay una mesa de guerra exclusiva de la zona, con varias operaciones en las que obtener recursos muy útiles (sobretodo si aún no hemos completado el resto del videojuego principal) y desbloquear nuevos caminos en forma de puentes de madera que nos permitirán acceder a nuevas zonas y misiones secundarias, como la de hallar engranajes para abrir puertas especiales.
El Descenso no deja de ser un DLC más con unas cuantas horas extra (unas ocho explorándolo todo) que no aportan nada a lo que es la historia principal de Dragon Age Inquisition, pero creo que supera en casi todo a Fauces de Hakkon gracias a su ambientación soberbia, sus implicaciones en la épica general de la saga (las cuales diría que ya pueden considerarse totalmente aceptadas y que se tendrán en cuenta para futuras entregas) y el hecho de que sí he sentido que hacía algo importante e interesante al completarlo. Puede que no me haya servido de nada para el asunto tan feo de la brecha y los demonios, pero estar horas adentrándote en los Caminos de las Profundidades es algo que se te queda grabado para el resto del juego.
Si en el DLC de Hakkon dije que "pasa por la Inquisición sin pena ni gloria", en este caso puedo decir que estamos ante un contenido descargable que, aunque sigue sin ser obligatorio ni alargar el verdadero objetivo de la citada organización, aporta unas horas realmente entretenidas. Una delicia para seguidores de la trilogía y una buena clase de historia para los que aún no lo sean.
Sin embargo, El Descenso me ha sorprendido gratamente, siendo entretenido, muy vistoso y tratando temas relevantes para el lore de todo el Universo Dragon Age.
En cuanto superemos la primera mitad de la historia del título principal, nos llegará un aviso sobre unos terremotos de origen desconocido en los Caminos de las Profundidades. Más en concreto, estos temblores están poniendo en peligro las minas de lirio, el mineral mágico que supone la principal fuente de la economía enana y un recurso imprescindible para muchas organizaciones, incluida nuestra Inquisición. Con la ayuda de una moldeadora enana (algo así como una historiadora) y un teniente de la Legión de los Muertos, tendremos que investigar este extraño suceso y hallar una solución antes de que ocurra un desastre
La trama consiste en un descenso continuo por los Caminos de las Profundidades hasta alcanzar lugares que no es que no hayan aparecido en el resto de la saga, es que no existía siquiera constancia de ellos. La relevancia que tiene algo así para el trasfondo general de Dragon Age y para la historia de cierta raza es tan grande que, por momentos, olvidaremos que no estamos haciendo nada relacionado con la trama de la Inquisición.
La ambientación de todos los escenarios por los que tendremos que pasar (diferentes niveles de una misma zona, aunque queda mejor que el mapeado de Hakkon) es soberbia, seguramente lo mejor que tiene el DLC y una buena razón para jugarlo. Son nuestros queridos Caminos de las Profundidades en su máximo esplendor, una buena mezcla entre las zonas abandonadas y oscuras de Origins y las de aspecto más civilizado que vimos en la segunda parte, añadiendo las nuevas más profundas, claro está. Incluso tendremos un par de combates que recordarán inevitablemente a esas batallas campales contra engendros tenebrosos del primer juego.
Hablando de engendros tenebrosos, en El Descenso nos enfrentaremos a todas las variantes posibles de este clásico enemigo, ya sean Hurlocks, Genlocks, Chillidos, Emisarios y, por fin, Ogros. A todos ellos les ha sentado realmente bien el paso de los años y tienen diseños mejorados a partir de los aparecidos en Dragon Age 2, pero no serán ellos los enemigos que más nos llamen la atención debido a las nuevas incorporaciones de ciertas "razas" que encontraremos en lo más profundo de la tierra y cuyo diseño, presentación y trasfondo son claves en la resolución del DLC e implican varios cambios en la historia general de la saga.
Además, también suponen un desafío considerable, usando armas y tácticas nunca vistas que pueden acabar rápidamente con todo nuestro grupo si no somos cuidadosos.
En cuanto a las tareas y misiones secundarias, este descargable no decepciona, si bien es difícil tomarse cualquier tarea como algo opcional debido a la temática y ambientación del mapa. Estamos explorando los Caminos de las Profundidades, así que técnicamente todo lo que hagamos es necesario e importante, al menos desde el punto de vista de un jugador que suele aprovechar al máximo sus juegos.
Hay una mesa de guerra exclusiva de la zona, con varias operaciones en las que obtener recursos muy útiles (sobretodo si aún no hemos completado el resto del videojuego principal) y desbloquear nuevos caminos en forma de puentes de madera que nos permitirán acceder a nuevas zonas y misiones secundarias, como la de hallar engranajes para abrir puertas especiales.
El Descenso no deja de ser un DLC más con unas cuantas horas extra (unas ocho explorándolo todo) que no aportan nada a lo que es la historia principal de Dragon Age Inquisition, pero creo que supera en casi todo a Fauces de Hakkon gracias a su ambientación soberbia, sus implicaciones en la épica general de la saga (las cuales diría que ya pueden considerarse totalmente aceptadas y que se tendrán en cuenta para futuras entregas) y el hecho de que sí he sentido que hacía algo importante e interesante al completarlo. Puede que no me haya servido de nada para el asunto tan feo de la brecha y los demonios, pero estar horas adentrándote en los Caminos de las Profundidades es algo que se te queda grabado para el resto del juego.
Si en el DLC de Hakkon dije que "pasa por la Inquisición sin pena ni gloria", en este caso puedo decir que estamos ante un contenido descargable que, aunque sigue sin ser obligatorio ni alargar el verdadero objetivo de la citada organización, aporta unas horas realmente entretenidas. Una delicia para seguidores de la trilogía y una buena clase de historia para los que aún no lo sean.
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