Era más que obvio que, después de hacer un Top de mis Jefes Finales preferidos de Dark Souls y Dark Souls II, iba a hacer uno sobre aquellos que aparecen en su predecesor espiritual y que tienen tanta personalidad, aunque por desgracia es mucho más difícil conocerlos a fondo sin tener en cuenta rumores o simples teorías.
De entre los 22 poderosos habitáculos de las Almas de Demonio que estamos obligados a batir para abrir las puertas al interior del Nexo he escogido unos pocos que me han resultado especialmente interesantes y aterradores.
5- Rey Allant
Una vez hagamos sucumbir a todos los Jefes importantes de cada mundo en Boletaria se nos permitirá acceder a la última zona del juego, una especie de playa subterránea en la que descansa el demonio definitivo, El Antiguo. No es el gran ser a quien tendremos que matar, sino al pobre y corrompido Rey Allant, que está encerrado en su interior como castigo por usar de forma egoísta el poder de las almas.
Salir victoriosos de este enfrentamiento nos permite elegir entre dos finales de juego totalmente diferentes, el bueno en el que restablecemos el poder de las almas y el malo, en el que nos fundimos con el Antiguo (tal y como había hecho Allant) y nos convertimos en el nuevo regente de Boletaria.
En realidad, el combate con Allant es pura formalidad para zanjar el argumento, ya que es ridículamente fácil. El pobre Rey es un amasijo de carne lenta y estúpida que se come nuestros espadazos y, de ser magos, no hará falta ni acercarse o arriesgarse a sufrir daño alguno.
4- Ídolo de los necios
El Ídolo se encuentra en una lúgubre capilla situada en la Torre de Latria y, aunque no resulta especialmente complicado de batir tiene una especie de habilidad que hará estragos en los novatos.
Lo primero que nos sorprende al entrar en la batalla es que podemos salir y entrar del lugar cuando queramos, algo imposible en otros jefes, y luego encima tenemos que comprobar horrorizados que el Ídolo resucita siempre que le bajemos toda la barra de vida.
La solución está oculta a plena vista, tenemos que salir de la capilla y buscar una entrada que nos lleve al piso de arriba, donde hay un no muerto que no para de rezar y hacer cantos de adoración. Al matarle (es un enemigo básico y muy fácil) anulamos el poder de inmortalidad del Jefe y no tendremos más que sobrevivir a sus poderosos rayos mágicos y sus ilusiones.
3- Dios Dragón
El Jefe más grande de todo el juego y seguramente el más poderoso, aunque no el más difícil si sabemos como actuar, ya que la batalla es más bien un puzzle. Este tremendo dragón custodia el final del Tunel Colmillo de Piedra y es uno de los portadores de las Grandes Almas de Demonio que son necesarias para acceder al Antiguo.
Nada más verlo somos conscientes de que no podemos ganas con los métodos convencionales por muy fuerte que sea nuestro personaje. En cada esquina de la zona de combate hay unas gigantescas balistas que pueden debilitar e inmovilizar al Dios Dragón, aunque para acceder a ellas ternemos que correr por unos largos pasillos mientras el demonio nos ataca con todo lo que tiene.
Sufriendo un poco lograremos que el Dragón quede gravemente herido y su cabeza se nos pondrá a tiro para destrozársela con un par de golpes.
2- Dama Astraea y Garl Vinland
En una caverna en lo más profundo del Valle de la Corrupción, el lugar más horrible y enfermizo de todo Boletaria, se encuentra la portadora del alma de demonio más corrupta.
Astraea, una mujer santa que había dedicado toda su vida a la religión, logró por fin el objetivo de todo clérigo y conoció a su Dios para descubrir que la gran divinidad no se preocupaba en absoluto por los mortales. Fuertemente decepcionada tomó la decisión de ofrecer su alma a la corrupción de los demonios e, irónicamente, fue capaz de soportarla gracias a su poder sagrado. Con su nuevo poder, Astraea intentó en vano purificar el Valle de la Corrupción.
No está claro si la Dama es buena o mala, ya que nos pide dejarla en paz y asegura querer tranquilidad, pero estamos obligados a matarla para seguir adelante. Aunque ella no es especialmente fuerte (nunca se mueve del sitio y no se defiende de los ataques a distancia) está siempre protegida por Garl Vinland, que lleva una gran maza y la mejor armadura del juego. ¿El truco? Matar a Astraea desde lejos y ver como Garl se suicida por la pena.
1-Antiguo Rey Allant
El penúltimo Boss de Demon's Souls es el verdadero Jefazo definitivo del juego. En lo alto del Palacio de Boletaria, la última localización del juego protegida por un gigantesco dragón, se encuentra la representación demoníaca del Rey Allant en su mejor momento. El duelo con el infame Falso Rey es el momento más épico que viviremos en la larga trayectoria de Demon's Souls.
Con el salón del trono por escenario y todo el reino a la vista bajo nosotros, los malos ratos que hemos pasado y los lugares horribles e insoportables que nos han obligado a atravesar quedan atrás.
El Antiguo Rey Allant es prácticamente inmune a los ataques mágicos, resistente al fuego y una maquina de matar en cuerpo a cuerpo con unos potentes combos que romperán fácilmente nuestras defensas y unos golpes explosivos que ni Son Goku. Para salir victoriosos debemos demostrar todas las técnicas evasivas que hemos aprendido y controlar con precisión nuestro gasto de aguante. Eso, o ser unos tramposos y aprovechar que el Rey apenas se acerca a la puerta en la que empezamos el combate.
Sin duda la mejor decisión que he tenido fue comprar demon souls en una tienda de regateo. Este juego tiene jefes barbaros y enemigos que nunca vas a olvidar por la dificultad de los mismos.
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