Ya ha pasado un mes y eso implica que ya está disponible un nuevo capitulo de la trilogía Las Coronas Perdidas, una serie de contenidos descargables para alargar y mejorar la experiencia de Dark Souls II. Tras un más que aceptable primer capitulo que nos llevaba a una ciudad subterránea en busca de La Corona del Rey Hundido ahora nos toca aventurarnos en una altísima torre plagada de ceniza para hacernos con La Corona del Viejo Rey de Hierro.
Más largo, más difícil y con mejores diseños que el primer DLC, la nueva Corona mejora aún más un videojuego ya excelente.
El nombre del DLC ya nos da una pista clara de los requisitos a cumplir para comenzar nuestra nueva aventura. Lo primero (y único) que debemos hacer es derrotar al Viejo Rey de Hierro en la zona del Torreón de Hierro, un Jefe obligatorio para avanzar en la historia del juego original, y acceder a la sala de la Hoguera Primigenia donde ha aparecido el acceso a La Corona del Viejo Rey de Hierro (exacto, es la corona de ese mismo Boss y nos permite descubrir más de sus orígenes).
Superar el Torreón de Hierro en realidad no nos hace aptos para la nueva zona, La Torre de la Bruma, ya que la dificultad durante todo el recorrido es muy alta y los Jefes nuevos son, sin lugar a dudas, los más difíciles del juego.
Por suerte para nosotros, las recompensas esta vez serán aun mayores que en el anterior DLC, como anillos que mejoran directamente ciertos atributos, armas muy destructivas y, obviamente, el artilugio que da nombre al capítulo.
Pero la mejor de las recompensas será disfrutar de un nuevo escenario con un diseño increíble (pasamos de la oscura Shulva a la muy vistosa Torre de la Bruma), nuevos enemigos y unas batallas contra Jefes tan épicas que los que jugaron al primer Dark Souls sentirán que vuelven a luchar con Gwyn o Artorias.
No todos son cosas buenas, por desgracia este DLC tiene un par de detalles que, aunque no disminuyen en absoluto la increíble experiencia jugable, resultan algo molestos.
Lo primero de todo es que se ha realizado un "reciclaje" más que descarado a la hora de crear uno de los Jefes opcionales de La Corona del Viejo Rey de Hierro, ya que tiene el mismo nombre, ataques y diseño que uno de los que enfrentamos en le juego original. Si bien es un Jefe creado únicamente para la zona multijugador (similar a la Cueva de los Muertos en el Rey Hundido, una zona especialmente difícil que requiere llevar ayuda) y por tanto no es tan grave.
Luego está el hecho de que los que no tengan el DLC pueden ser igualmente convocados para ayudar contra el Jefe ya mencionado y otro que también es opcional y además obtener sus armaduras, algo que a mi parecer es bastante injusto con los que tenemos el contenido completo ya que le quita un poco de exclusividad.
Tres son los Bosses que incluye La Corona del Viejo Rey de Hierro, el opcional para la zona multijugador, el segundo opcional (y que requiere estar en el final del juego original para poder enfrentarlo) y uno obligatorio que custodia la preciada corona y que es sumamente fuerte, resistente y porta un arma poderosísima traída del Demon's souls.
Tanto el guardián de la corona como el opcional "original" son la clave del nuevo DLC y es un auténtico gustazo enfrentarse a ellos, aunque los NPCs disponibles para pedir ayuda son tan lamentables que es mejor luchar en solitario o con otros jugadores.
La espera ha merecido la pena, y de seguir la misma curva de mejora merecerá de nuevo la pena esperar hasta finales del próximo mes para recibir La Corona del Rey Marfil, último capítulo de Las Coronas Perdidas.
Pese a los pequeños fallos de repetición en diseños de algunos Jefes, estas expansiones para Dark Souls II están cumpliendo de sobra su cometido de ampliar la experiencia tanto en el sentido jugable como en el argumental, aportando mucho contenido nuevo y retos asombrosos que pondrán a prueba hasta al jugador más experimentado.
¿Lo mejor? Sin duda volver a traer recuerdos de aquellos grandiosos duelos en los que tuvimos el placer de participar durante Dark Souls.
Hay expansiones que ofrecen excesivas mejoras, otras que no llegan a la altura del juego original, y luego están Las Coronas Perdidas, dignas aventuras de un videojuego del calibre de Dark Souls II.
Muuuuy buen DLC y puedo decir que el caballero del humo es el boss más difícil hasta ahora, nunca me había tardado tanto en vencer a un boss,pero cuando lo logré me supo a gloria.
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