Estas críticas están basadas en una opinión personal por lo que no están realizadas de forma objetiva ni pretenden servir a ningún otro propósito que expresar un punto de vista. No es recomendable leerlas si se tiene intención de ver la película ya que se dan detalles del argumento.
En el año 2000 se estrenó Pitch Black, una combinación de ciencia ficción y terror que resultaba en una gran película. En ella se nos presentaba a los supervivientes del accidente de una nave espacial que había caído en un planeta desconocido, entre ellos se encontraba Richard B. Riddick, un criminal que estaba siendo conducido a prisión por ser un sanguinario y salvaje asesino.
Por suerte o por desgracia, al final los supervivientes acaban dependiendo de Riddick, ya que debido a su capacidad de ver en la oscuridad era el único capaz de guiarles a través de un planeta sin luz alguna por la noche y plagado de monstruos. Finalmente solo tres personas logran sobrevivir a semejante experiencia, entre ellos, obviamente, Riddick.
Fue el primer contacto con el personaje interpretado por Vin Diesel, y por suerte no iba a ser el último.
Cuatro años después llegó Las Crónicas de Riddick, una secuela que dejaba de lado el terror para centrarse más en la ciencia ficción, los efectos especiales y un argumento más cercano al personaje principal.
Aún buscado por la justicia, Riddick se encuentra en permanente huida de los cazarrecompensas, hasta que su camino se cruza con el de los Necróferos, una raza que invade mundos y los convierte a su "religión", y que según una profecía solo puede ser derrotada por la raza de los Furyanos.
Richard B. Riddick, último Furyano del universo, acaba enfrentándose a los Necróferos e, irónicamente, convirtiéndose en su líder.
Parte de una misma saga, pero completamente diferentes, ambas películas son grandes obras del cine de ciencia ficción. Por desgracia, no había nada que asegurase que la saga iba a continuar hasta que por fin, nueve años después, llegó la tercera parte llamada simplemente Riddick.
Una gran película (más aún con los tiempos que corren en la industria) que, por desgracia, podría haber sido mucho mejor.
La película puede dividirse perfectamente en tres partes, ya que están claramente diferenciadas e incluso parecen de géneros totalmente distintos.
Todo empieza con Riddick herido de gravedad, abandonado en un planeta desértico y acosado por multitud de monstruos. Los únicos diálogos que escuchamos pertenecen a la voz en off del protagonista, que habla para poco más que explicar como llegó a esa situación (una explicación necesaria, pero más que obvia).
La premisa desde el principio para esta parte proviene de una autocrítica del propio Riddick: "Cometí el mayor de los pecados, me civilicé", lo cual me hizo pensar que toda la película se basaría en supervivencia, soledad y unos pocos diálogos en off por parte de Riddick mientras intentaba recuperar su salvajismo.
Esto habría dado lugar a una peli de sobresaliente, pero por desgracia, unos pocos minutos después, empieza la decadencia de Riddick como personaje y una descarada hipocresía hacia la frase ya mencionada.
Como no puede salir del planeta sin una nave, el salvaje criminal hace una llamada de socorro a la que acuden dos grupos de mercenarios dispuestos a cobrar la recompensa por su cabeza, liderados por un tiparraco violador, chulo y sumamente pardillo (interpretado por Jordi Mollá, el malo de Bad Boys II) y el padre del "malo" de Pitch Black.
El protagonista empieza a actuar de depredador, espiando a los malos y haciendo que se enfrenten entre ellos, pero cuando apenas a matado a tres (teniendo en cuenta la naturaleza de Riddick, es un número bastante ridículo) es capturado y se da paso a la siguiente parte de la película: la colaboración entre ambas partes.
Otro fallo enorme si tenemos en cuenta que el Riddick que conocemos podía haberlos matado a todos y llevarse su nave en media hora.
Así comienza la última parte de la película, que resulta ser un autoplagio casi total a la primera parte, Pitch Black, con Riddick y otro par de personajes avanzando a través de la oscuridad de un planeta en el que hay media docena de monstruos por metro cuadrado. La sensación de terror no es ni por asomo comparable a la que se sentía en la película mencionada pero está lo suficientemente bien hecha para que al menos mantengamos la tensión hasta el final, que resulta ser demasiado decepcionante precisamente por ser un final bueno y "feliz".
Resulta bastante contradictorio que el personaje de Riddick se muestre a veces tan salvaje y egoísta para acabar siendo el más civilizado y heroico de la película.
El aspecto más destacable de la película es sin duda alguna la actuación magistral de Vin Diesel, que deja ver claramente que disfruta haciendo el papel de Riddick. Cuando ves la película no estas viendo a un actor interpretando a un personaje, ya que la línea que los separa se vuelve tan fina que eres incapaz de distinguirlos.
El resto de personajes dejan mucho que desear, todos estereotipos mal hechos de las diferentes clases de mercenarios malotes y duros que pueden encontrarse en películas de argumentos similares. Únicamente pueden destacarse tres, el interpretado por Jordi Mollá y el religioso blandengue por sobrar ambos completamente en la película y la chica mercenaria, que rompe un poco los estereotipos femeninos al ser una tipa grande y dura (aunque igualmente es convertida en un icono sexual peliculero).
En lineas generales, Riddick es una película que, contando con el chaparrón de desperdicios que inundan las últimas listas de estrenos, resulta ser bastante buena y proporciona un entretenimiento completamente válido.
Es una lástima saber que podía haber sido infinitamente mejor si el argumento se hubiese limitado al personaje de Vin Diesel, abandonado en ese planeta desierto y plagado de monstruos en una lucha por la supervivencia durante toda la película.
Claro, así no se hace una película comercial y al gusto de todos, pero intentando ganarse la aprobación de todo el mundo es como se desaprovecha una buena idea.
Lo peor de Riddick es todo el elenco de personajes menos el protagonista, especialmente Santana (Jordi Mollá) que al primer minuto parece que va a ser todo un antagonista para después convertirse en un pringado.
El autoplagio de Pitch Black no tendría que haber sido tan descarado, con escenas y banda sonora repetidas.
Y, sin duda lo peor de todo, no entiendo como convierten a un personaje del calibre de Riddick en una parodia de si mismo. Colabora muy rápidamente con los otros, hace insinuaciones sexuales a la única mujer de la película (si decir "te la voy a meter hasta el fondo" es una insinuación) y en general es "demasiado humano".
Lo mejor es ver que Vin Diesel disfruta con Riddick, ya que eso tiene una influencia notable en la calidad general de la película.
La forma en que el personaje de Jordi Mollá muere debería ser considerada un clásico del cine, es totalmente al estilo del Riddick que conocemos.
Los primeros treinta minutos de película son absolutamente perfectos.
Así comienza la última parte de la película, que resulta ser un autoplagio casi total a la primera parte, Pitch Black, con Riddick y otro par de personajes avanzando a través de la oscuridad de un planeta en el que hay media docena de monstruos por metro cuadrado. La sensación de terror no es ni por asomo comparable a la que se sentía en la película mencionada pero está lo suficientemente bien hecha para que al menos mantengamos la tensión hasta el final, que resulta ser demasiado decepcionante precisamente por ser un final bueno y "feliz".
Resulta bastante contradictorio que el personaje de Riddick se muestre a veces tan salvaje y egoísta para acabar siendo el más civilizado y heroico de la película.
El aspecto más destacable de la película es sin duda alguna la actuación magistral de Vin Diesel, que deja ver claramente que disfruta haciendo el papel de Riddick. Cuando ves la película no estas viendo a un actor interpretando a un personaje, ya que la línea que los separa se vuelve tan fina que eres incapaz de distinguirlos.
El resto de personajes dejan mucho que desear, todos estereotipos mal hechos de las diferentes clases de mercenarios malotes y duros que pueden encontrarse en películas de argumentos similares. Únicamente pueden destacarse tres, el interpretado por Jordi Mollá y el religioso blandengue por sobrar ambos completamente en la película y la chica mercenaria, que rompe un poco los estereotipos femeninos al ser una tipa grande y dura (aunque igualmente es convertida en un icono sexual peliculero).
En lineas generales, Riddick es una película que, contando con el chaparrón de desperdicios que inundan las últimas listas de estrenos, resulta ser bastante buena y proporciona un entretenimiento completamente válido.
Es una lástima saber que podía haber sido infinitamente mejor si el argumento se hubiese limitado al personaje de Vin Diesel, abandonado en ese planeta desierto y plagado de monstruos en una lucha por la supervivencia durante toda la película.
Claro, así no se hace una película comercial y al gusto de todos, pero intentando ganarse la aprobación de todo el mundo es como se desaprovecha una buena idea.
Lo peor de Riddick es todo el elenco de personajes menos el protagonista, especialmente Santana (Jordi Mollá) que al primer minuto parece que va a ser todo un antagonista para después convertirse en un pringado.
El autoplagio de Pitch Black no tendría que haber sido tan descarado, con escenas y banda sonora repetidas.
Y, sin duda lo peor de todo, no entiendo como convierten a un personaje del calibre de Riddick en una parodia de si mismo. Colabora muy rápidamente con los otros, hace insinuaciones sexuales a la única mujer de la película (si decir "te la voy a meter hasta el fondo" es una insinuación) y en general es "demasiado humano".
Lo mejor es ver que Vin Diesel disfruta con Riddick, ya que eso tiene una influencia notable en la calidad general de la película.
La forma en que el personaje de Jordi Mollá muere debería ser considerada un clásico del cine, es totalmente al estilo del Riddick que conocemos.
Los primeros treinta minutos de película son absolutamente perfectos.
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