La objetividad no suele tenerse en cuenta a la hora de decidir que mangas vas a leer y cuales vas a considerar mejores, te guias por algún personaje que te gusta especialmente, un argumento que se ajusta a tus preferencias o algún detalle más personal que te llame la atención.
Si tuviera que ser objetivo a la hora de decir cual es el mejor de los mangas que conozco no escogería ninguno de mis preferidos, porque no los juzgo desde más puntos de vista que el mio, escogería al que en general tiene un buen argumento, dibujo de calidad y personajes con carisma. One Piece consigue cumplir estas tres cosas superando además el gran desafío de muchas series de manga: no decaer en ningún momento de su larga trayectoria.
La serie empieza con Monkey D. Luffy, un chico que de niño adquirió la capacidad de hacer elástico su cuerpo y que al alcanzar la adolescencia decide hacerse a la mar para cumplir su sueño: convertirse en el Rey de los Piratas. Para ello debe encontrar el One Piece, un tesoro de valor y paradero desconocido dejado por el difunto Roger, considerado el Rey de los Piratas y causante del gran aumento de piratería durante los últimos veinte años.
Durante su viaje Luffy va haciendo grandes amigos, algunos de los cuales pasan a formar parte de su pequeña tripulación para ayudarse mutuamente a cumplir sus propios sueños, creando así un fuerte vínculo entre ellos.
Para alcanzar sus objetivos, Luffy y su tripulación navegan por todo el ancho mar y se ven envueltos en aventuras de todo tipo que no siempre están relacionadas con su destino final, dándole a la historia una variedad asombrosa que es sin duda la clave para que One Piece sea uno de los mangas de mayor éxito.
Con casi 750 capítulos y la previsión de muchos más sin bajar nunca del top de series más queridas, One Piece sin duda será recordada mucho tiempo después de que conozcamos su épico desenlace.
Uno de los aspectos más importantes de la serie es la determinación de los protagonistas por alcanzar sus sueños, considerados demasiado difíciles para ser tomados en serio por el resto del mundo, y que han surgido de alguna experiencia traumática de la infancia. La tripulación de Luffy son todos grandes personajes con muchísima historia que define sus complejas personalidades y con los que uno se llega a encariñar de forma sorprendente.
Tras una presentación oficial (aunque esto se hace con todos los personajes nuevos, de forma que nunca sabemos quien será el próximo miembro de la tripulación), estos personajes se ven implicados en la saga que corresponda a ese momento para después protagonizar unos cuantos capítulos dedicados a su pasado, de forma que cuando acompañen a Luffy conozcamos sus motivaciones y las causas que definen su personalidad, aunque siempre tendrán alguna sorpresa preparada.
El motor que mueve la vida de todos ellos son sus sueños, y están dispuestos a cualquier cosa por alcanzarlos, aunque conforme avanza la serie puede verse que el vínculo que se crea entre todos ellos alcanza tanta importancia o más.
Pero no todo el carisma de One Piece es acaparado por sus protagonistas, literalmente todos los personajes que aparecen durante los viajes de Luffy son únicos y especiales, también con sus propias historias, haciendo de cada saga una auténtica delicia. Aquí entran en juego los malos de la historia, que no son más que una especie de reflejo de la tripulación de Luffy, personas con fuertes motivaciones e ideales pero enfocados de forma incorrecta o simplemente contraria a la de los protas.
Los grupos de personajes predominantes se dividen en piratas y marines, unos seguidores de la libertad absoluta y las grandes aventuras y los otros defensores de la justicia y el bien común. Los primeros responden ante su propia conciencia y los segundos ante el Gobierno Mundial, máximo (y único) organismo dirigente del mundo de One Piece que no está exento de corrupción.
Aquí no se trata la lucha del bien contra el mal en ninguna de sus forma ni sutilezas, sino una confrontación de ideales en la que ganará quien los defienda con más fuerza en unos combates muy buenos que siempre llevan a ambas partes al límite, desplegando unos poderes que a veces resultan devastadores.
En resumen, One Piece será siempre bien recordado en la historia del manga y es lectura obligatoria para todo el mundo, incluso para quienes aún no están seguros de iniciarse en este medio.
Algún día la aventura de Luffy llegará a su fin, un día que será inolvidable para todos los que llevamos años acompañándole en su búsqueda del gran tesoro, pero hasta ese momento seguiremos disfrutando de sus viajes y los de sus compañeros en su afán por cumplir sus sueños.
A lo mejor incluso aprendemos algo.
Para alcanzar sus objetivos, Luffy y su tripulación navegan por todo el ancho mar y se ven envueltos en aventuras de todo tipo que no siempre están relacionadas con su destino final, dándole a la historia una variedad asombrosa que es sin duda la clave para que One Piece sea uno de los mangas de mayor éxito.
Con casi 750 capítulos y la previsión de muchos más sin bajar nunca del top de series más queridas, One Piece sin duda será recordada mucho tiempo después de que conozcamos su épico desenlace.
Uno de los aspectos más importantes de la serie es la determinación de los protagonistas por alcanzar sus sueños, considerados demasiado difíciles para ser tomados en serio por el resto del mundo, y que han surgido de alguna experiencia traumática de la infancia. La tripulación de Luffy son todos grandes personajes con muchísima historia que define sus complejas personalidades y con los que uno se llega a encariñar de forma sorprendente.
Tras una presentación oficial (aunque esto se hace con todos los personajes nuevos, de forma que nunca sabemos quien será el próximo miembro de la tripulación), estos personajes se ven implicados en la saga que corresponda a ese momento para después protagonizar unos cuantos capítulos dedicados a su pasado, de forma que cuando acompañen a Luffy conozcamos sus motivaciones y las causas que definen su personalidad, aunque siempre tendrán alguna sorpresa preparada.
El motor que mueve la vida de todos ellos son sus sueños, y están dispuestos a cualquier cosa por alcanzarlos, aunque conforme avanza la serie puede verse que el vínculo que se crea entre todos ellos alcanza tanta importancia o más.
Pero no todo el carisma de One Piece es acaparado por sus protagonistas, literalmente todos los personajes que aparecen durante los viajes de Luffy son únicos y especiales, también con sus propias historias, haciendo de cada saga una auténtica delicia. Aquí entran en juego los malos de la historia, que no son más que una especie de reflejo de la tripulación de Luffy, personas con fuertes motivaciones e ideales pero enfocados de forma incorrecta o simplemente contraria a la de los protas.
Los grupos de personajes predominantes se dividen en piratas y marines, unos seguidores de la libertad absoluta y las grandes aventuras y los otros defensores de la justicia y el bien común. Los primeros responden ante su propia conciencia y los segundos ante el Gobierno Mundial, máximo (y único) organismo dirigente del mundo de One Piece que no está exento de corrupción.
Aquí no se trata la lucha del bien contra el mal en ninguna de sus forma ni sutilezas, sino una confrontación de ideales en la que ganará quien los defienda con más fuerza en unos combates muy buenos que siempre llevan a ambas partes al límite, desplegando unos poderes que a veces resultan devastadores.
En resumen, One Piece será siempre bien recordado en la historia del manga y es lectura obligatoria para todo el mundo, incluso para quienes aún no están seguros de iniciarse en este medio.
Algún día la aventura de Luffy llegará a su fin, un día que será inolvidable para todos los que llevamos años acompañándole en su búsqueda del gran tesoro, pero hasta ese momento seguiremos disfrutando de sus viajes y los de sus compañeros en su afán por cumplir sus sueños.
A lo mejor incluso aprendemos algo.
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