Estábamos a punto de perder la esperanza de volver a probar un JRPG de los de antes, de esos que te cuentan una historia de una narración insuperable que no se corrompe con personajes superficiales, jugabilidad mediocre o los malditos micropagos y expansiones lamentables. En el olvido han quedado ya juegazos como los de la época dorada de Final Fantasy y nos hemos tenido que conformar con imitaciones algo entretenidas en el mejor de los casos, y auténticos insultos a nuestra inteligencia (no hay más que echar un vistazo a lo último de la mencionada saga) en el peor.
Pero de pronto, como caído del cielo, llegó a 3DS Bravely Default, el título de rol por turnos japonés más parecido a mi querido FFIV que he visto nunca.
Una razón para volver a tener esperanza.
Pero de pronto, como caído del cielo, llegó a 3DS Bravely Default, el título de rol por turnos japonés más parecido a mi querido FFIV que he visto nunca.
Una razón para volver a tener esperanza.