Fallout es, e intuyo que será por mucho tiempo, mi saga de videojuegos preferida. Me encanta todo, tanto sus juegos principales, como su merchandising y el humor negro que le da a un tema cada vez menos surrealista como es una guerra nuclear a nivel mundial.
Mi favorito es, en concreto, Fallout 3, el título al que más horas he dedicado en mi vida y que me ha proporcionado experiencias únicas como jugador, por lo que el anuncio de esta cuarta entrega me hizo saltar de alegría y hacer la reserva lo antes posible.
Siendo totalmente consciente del género al que pertenece la saga y conociendo bastante a la empresa encargada de desarrollarlo, Fallout 4 ha sido todo lo que me esperaba tanto para lo bueno como para lo malo. Ha alcanzado todas mis expectativas y ha sabido atenuar un poco esos fallos que tienen siempre estos juegos y que, en realidad, no suelen molestarnos tanto a los que ya estamos acostumbrados.
Que a estas alturas salga un videojuego y pueda cumplir todo lo que esperabas de él es bastante inusual, pero muy satisfactorio.
Mi favorito es, en concreto, Fallout 3, el título al que más horas he dedicado en mi vida y que me ha proporcionado experiencias únicas como jugador, por lo que el anuncio de esta cuarta entrega me hizo saltar de alegría y hacer la reserva lo antes posible.
Siendo totalmente consciente del género al que pertenece la saga y conociendo bastante a la empresa encargada de desarrollarlo, Fallout 4 ha sido todo lo que me esperaba tanto para lo bueno como para lo malo. Ha alcanzado todas mis expectativas y ha sabido atenuar un poco esos fallos que tienen siempre estos juegos y que, en realidad, no suelen molestarnos tanto a los que ya estamos acostumbrados.
Que a estas alturas salga un videojuego y pueda cumplir todo lo que esperabas de él es bastante inusual, pero muy satisfactorio.
Aunque el argumento principal del juego no es malo (en ciertos puntos muy avanzados de la historia supera incluso a sus predecesores) es más que probable que pase bastante desapercibido para muchos debido a la inmensa cantidad de cosas que se pueden hacer durante la partida, ya sea hacer misiones secundarias, construir tus propios asentamientos o, simplemente, explorar. Yo he jugado más de medio centenar de horas sin avanzar prácticamente nada en la trama principal más allá del tutorial.
Nada más empezar una nueva partida nos recibirá una excelente cinemática de acción real (escenas grabadas con actores de carne y hueso) que nos pondrá en situación sobre las mejoras tecnológicas, la Gran Guerra, la población estancada en la cultura de los años 50 y la inevitable escasez de recursos que dan lugar al horrible suceso que desencadena en toda la saga Fallout.
Empezamos a jugar en octubre del año 2077, unas horas antes de que las potencias mundiales se dispongan a bombardearse mutuamente con armas nucleares y desencadenen el fin del mundo. Somos un padre o madre de familia (nuestro cónyuge será el personaje del sexo opuesto al nuestro) que disfruta de una agradable y cómoda vida en una pequeña ciudad cercana a Boston.
Tras personalizar a nuestro protagonista en un logrado editor (también podemos editar a nuestro cónyuge si queremos) y asignar sus puntos SPECIAL (los principales atributos) tenemos que presenciar horrorizados como el mundo conocido llega a su fin.
Más de 210 años después, debido a una jugarreta del destino y de la empresa encargada de los refugios nucleares, nuestro personaje despierta completamente solo en un mundo que no conoce.
A partir de ese momento, todo el mapeado del juego está a nuestra entera disposición.
En lo que a la progresión del personaje se refiere, se han eliminado algunos componentes roleros que, si bien no empañan en absoluto la experiencia, sí que nos hacen echar de menos algunos detalles de los anteriores títulos de la saga.
Ya no tenemos un listado de cualidades concretas numeradas del 1 al 100 en función de su efectividad, sino que ahora todo depende de unos extras muy concretos y nuestro nivel en cada atributo SPECIAL. De esta forma, cada vez que subimos de nivel podremos explorar el árbol de habilidades y escoger aquellas que se correspondan a nuestro nivel en alguno de los siete atributos principales, así como a nuestro nivel de personaje general.
Por poner un ejemplo, el extra Mulo (que permite a nuestro personaje cargar más peso) puede adquirirse en cualquier momento si tenemos Fuerza 6 y un punto de nivel, pero para mejorar este mismo extra de nuevo tenemos que haber alcanzado, además, el nivel 10.
Ya que también podemos gastar nuestros puntos de nivel en los SPECIAL, es probable que a larga podamos acceder a cualquier extra, pero eso será tras cientos de horas de juego.
Aunque el sistema ha sido casualizado y ha perdido complejidad, alguien con poca experiencia en estos juegos lo verá igualmente complejo, y los que conocemos la saga nos estrujaremos la cabeza para escoger nuestra colección de extras.
En cuanto al mapeado del juego y la ambientación general del mundo en el que nos situamos, me ha parecido todo sublime. El espacio es enorme, con muchísimas localizaciones que, además, no suelen tener una separación excesiva unas de otras para evitar sentirnos parte de un mundo vacío mientras exploramos libremente (aún así, hay muchas zonas que no están marcadas y encuentros aleatorios en carreteras aisladas).
Los jugadores que disfruten explorándolo todo y viviendo aventuras tendrán que estar preparados para pasar horas y horas en cada trocito del mapa. Da igual cuál sea nuestro objetivo o la misión que tengamos activa, habrá tantísimas cosas interesantes por el camino que cuando lleguemos al destino marcado ya habremos vivido de todo y nuestro personaje estará cambiado.
Edificios abandonados, garajes, desguaces, campamentos, cabañas, refugios......No podremos dar muchos pasos sin encontrar nuevos lugares, sobretodo en las zonas más urbanas de Boston, que pueden ser abrumadoras hasta que uno se acostumbra.
Tengo que destacar el sistema de construcción de asentamientos, que se ha convertido rápidamente en uno de mis aspectos preferidos de Fallout 4 y al que le dedico muchísimo tiempo.
Algunas localizaciones pueden ser capturadas o convertidas en zonas aliadas, convirtiéndolas así en terrenos donde se nos da libertad para construir edificios, huertas, defensas, tiendas y atraer nuevos habitantes hasta tener nuestras propias aldeas o ciudades personales. Todas las construcciones se hacen usando materiales denominados "chatarra" que pueden obtenerse de cualquier objeto del juego (tazas, ventiladores, carpetas, latas de aceite, limpiadores, cables, madera.....) así que, por fin, ir cogiendo todas las cosas que nos encontremos tiene su utilidad.
Aunque al principio es algo opcional, tener un asentamiento bien desarrollado puede proporcionar dinero, comida, objetos curativos e incluso munición, por lo que merece la pena dedicarle al menos un mínimo de atención.
La mayoría de estructuras no están limitadas por una lógica exacta del espacio y el peso, por lo que podemos crearnos aldeas verdaderamente excéntricas haciendo mansiones enormes construidas alrededor de un faro, casas en el aire cuyo único contacto con el suelo es una larga escalera o construirnos nuestra propia base de operaciones en los restos de un avión.
Algunos sitios tienen menos espacio que otros (hay grandes ciudades, pequeñas granjas, simples cabañas...), pero es una delicia dedicarles tiempo y esfuerzo a todos ellos para luego contemplar tu obra.
Gráficamente, Fallout 4 es lo que se esperaba teniendo en cuenta quiénes son los responsables del proyecto. No es lo mejor que se puede encontrar hoy en día, pero cumple con creces y más teniendo en cuenta que es un mundo enorme y lleno de detalles.
Los diseños de los enemigos, armas y armaduras están más trabajados y cuidados que en las entregas anteriores, llegando algunos a sufrir cambios radicales para notarse más realistas, especialmente en cuanto a los enemigos menos humanos.
El apartado sonoro sigue siendo perfecto, tanto en las melodías que podemos escuchar en la radio del juego como en la banda sonora ambiental, que se aplica de forma magistral sonando con tonos dramáticos o frenéticos en función de la situación. Al descubrir lugares desolados, el juego nos pondrá una melodía triste que ayuda mucho a la inmersión.
En general, la ambientación es perfecta y nos hace sentirnos parte del juego.
No es un videojuego exento de fallos, ya sean bugs algo molestos (aunque ninguno grave por mi parte), la casualización de los componentes roleros o que las conversaciones se han simplificado un poco y ya no tenemos largas frases para escoger (cosa que se pretende solucionar con mods), pero es lo mejor que he jugado en todo el año (ya lo siento The Witcher) y creo que no me voy a despegar de él hasta dentro de mucho tiempo.
Para lo bueno y para lo malo, pocas veces he estado tan contento con un videojuego como lo estoy con Fallout 4.
Nada más empezar una nueva partida nos recibirá una excelente cinemática de acción real (escenas grabadas con actores de carne y hueso) que nos pondrá en situación sobre las mejoras tecnológicas, la Gran Guerra, la población estancada en la cultura de los años 50 y la inevitable escasez de recursos que dan lugar al horrible suceso que desencadena en toda la saga Fallout.
Empezamos a jugar en octubre del año 2077, unas horas antes de que las potencias mundiales se dispongan a bombardearse mutuamente con armas nucleares y desencadenen el fin del mundo. Somos un padre o madre de familia (nuestro cónyuge será el personaje del sexo opuesto al nuestro) que disfruta de una agradable y cómoda vida en una pequeña ciudad cercana a Boston.
Tras personalizar a nuestro protagonista en un logrado editor (también podemos editar a nuestro cónyuge si queremos) y asignar sus puntos SPECIAL (los principales atributos) tenemos que presenciar horrorizados como el mundo conocido llega a su fin.
Más de 210 años después, debido a una jugarreta del destino y de la empresa encargada de los refugios nucleares, nuestro personaje despierta completamente solo en un mundo que no conoce.
A partir de ese momento, todo el mapeado del juego está a nuestra entera disposición.
En lo que a la progresión del personaje se refiere, se han eliminado algunos componentes roleros que, si bien no empañan en absoluto la experiencia, sí que nos hacen echar de menos algunos detalles de los anteriores títulos de la saga.
Ya no tenemos un listado de cualidades concretas numeradas del 1 al 100 en función de su efectividad, sino que ahora todo depende de unos extras muy concretos y nuestro nivel en cada atributo SPECIAL. De esta forma, cada vez que subimos de nivel podremos explorar el árbol de habilidades y escoger aquellas que se correspondan a nuestro nivel en alguno de los siete atributos principales, así como a nuestro nivel de personaje general.
Por poner un ejemplo, el extra Mulo (que permite a nuestro personaje cargar más peso) puede adquirirse en cualquier momento si tenemos Fuerza 6 y un punto de nivel, pero para mejorar este mismo extra de nuevo tenemos que haber alcanzado, además, el nivel 10.
Ya que también podemos gastar nuestros puntos de nivel en los SPECIAL, es probable que a larga podamos acceder a cualquier extra, pero eso será tras cientos de horas de juego.
Aunque el sistema ha sido casualizado y ha perdido complejidad, alguien con poca experiencia en estos juegos lo verá igualmente complejo, y los que conocemos la saga nos estrujaremos la cabeza para escoger nuestra colección de extras.
En cuanto al mapeado del juego y la ambientación general del mundo en el que nos situamos, me ha parecido todo sublime. El espacio es enorme, con muchísimas localizaciones que, además, no suelen tener una separación excesiva unas de otras para evitar sentirnos parte de un mundo vacío mientras exploramos libremente (aún así, hay muchas zonas que no están marcadas y encuentros aleatorios en carreteras aisladas).
Los jugadores que disfruten explorándolo todo y viviendo aventuras tendrán que estar preparados para pasar horas y horas en cada trocito del mapa. Da igual cuál sea nuestro objetivo o la misión que tengamos activa, habrá tantísimas cosas interesantes por el camino que cuando lleguemos al destino marcado ya habremos vivido de todo y nuestro personaje estará cambiado.
Edificios abandonados, garajes, desguaces, campamentos, cabañas, refugios......No podremos dar muchos pasos sin encontrar nuevos lugares, sobretodo en las zonas más urbanas de Boston, que pueden ser abrumadoras hasta que uno se acostumbra.
Tengo que destacar el sistema de construcción de asentamientos, que se ha convertido rápidamente en uno de mis aspectos preferidos de Fallout 4 y al que le dedico muchísimo tiempo.
Algunas localizaciones pueden ser capturadas o convertidas en zonas aliadas, convirtiéndolas así en terrenos donde se nos da libertad para construir edificios, huertas, defensas, tiendas y atraer nuevos habitantes hasta tener nuestras propias aldeas o ciudades personales. Todas las construcciones se hacen usando materiales denominados "chatarra" que pueden obtenerse de cualquier objeto del juego (tazas, ventiladores, carpetas, latas de aceite, limpiadores, cables, madera.....) así que, por fin, ir cogiendo todas las cosas que nos encontremos tiene su utilidad.
Aunque al principio es algo opcional, tener un asentamiento bien desarrollado puede proporcionar dinero, comida, objetos curativos e incluso munición, por lo que merece la pena dedicarle al menos un mínimo de atención.
La mayoría de estructuras no están limitadas por una lógica exacta del espacio y el peso, por lo que podemos crearnos aldeas verdaderamente excéntricas haciendo mansiones enormes construidas alrededor de un faro, casas en el aire cuyo único contacto con el suelo es una larga escalera o construirnos nuestra propia base de operaciones en los restos de un avión.
Algunos sitios tienen menos espacio que otros (hay grandes ciudades, pequeñas granjas, simples cabañas...), pero es una delicia dedicarles tiempo y esfuerzo a todos ellos para luego contemplar tu obra.
Gráficamente, Fallout 4 es lo que se esperaba teniendo en cuenta quiénes son los responsables del proyecto. No es lo mejor que se puede encontrar hoy en día, pero cumple con creces y más teniendo en cuenta que es un mundo enorme y lleno de detalles.
Los diseños de los enemigos, armas y armaduras están más trabajados y cuidados que en las entregas anteriores, llegando algunos a sufrir cambios radicales para notarse más realistas, especialmente en cuanto a los enemigos menos humanos.
El apartado sonoro sigue siendo perfecto, tanto en las melodías que podemos escuchar en la radio del juego como en la banda sonora ambiental, que se aplica de forma magistral sonando con tonos dramáticos o frenéticos en función de la situación. Al descubrir lugares desolados, el juego nos pondrá una melodía triste que ayuda mucho a la inmersión.
En general, la ambientación es perfecta y nos hace sentirnos parte del juego.
No es un videojuego exento de fallos, ya sean bugs algo molestos (aunque ninguno grave por mi parte), la casualización de los componentes roleros o que las conversaciones se han simplificado un poco y ya no tenemos largas frases para escoger (cosa que se pretende solucionar con mods), pero es lo mejor que he jugado en todo el año (ya lo siento The Witcher) y creo que no me voy a despegar de él hasta dentro de mucho tiempo.
Para lo bueno y para lo malo, pocas veces he estado tan contento con un videojuego como lo estoy con Fallout 4.
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