Cine: Los Vengadores: La Era de Ultrón (2015)

Estas críticas están basadas en una opinión personal y no pretenden servir a ningún otro propósito más que expresar un punto de vista. Se dan detalles del argumento, por lo que leerlo es responsabilidad de cada uno.

Es la era de los superhéroes, la era de la revolución cinematográfica por parte de los eternos personajes de Marvel y, poco a poco, de los de DC. Los taquillazos más impactantes y esperados han dejado de ser las clásicas películas de toda la vida, ahora las libres adaptaciones de estos señores en mallas acaparan casi toda la atención.
Pero, ¿Son estas películas tan exitosas merecedoras de tantas alabanzas?. Yo lo tengo claro, ya que puedo contar con los dedos de media mano el número de películas de superhéroes que realmente me han parecido buenas, ya no como adaptación (pues adaptar a la gran pantalla superhéroes que llevan existiendo hace tantísimos años en los cómics es imposible sin tomarse algunas libertades) sino como películas en sí mismas.


Argumentos fáciles y llenos de incongruencias, guiones infantiles para personajes supuestamente adultos y una dirección muy vaga con miras a sorprender a los menos exigentes y aficionados al género del cine.
Claro que algunas tienen cosas buenas, como el papel de Andrew Garfield en las nuevas de Spiderman, (aunque ahora resulta que van a cambiar de actor, otra vez), la más que sobresaliente elección del actor que encarna al último Superman y el cambio de Hulk (vaya, parece que me estanco en los actores y no encuentro ninguna otra virtud), pero aparte del Batman de Nolan y la segunda parte de El Capitán América, todo lo demás me parece bastante mediocre.
Y el caso de la segunda peli de Los Vengadores es aún peor, porque tenían como precedente a la ya mencionada película del Capitán y pasaron completamente de ello para repetir los mismos errores que cometieron en la primera parte.

Básicamente, La Era de Ultrón narra los esfuerzos del grupo de superhombres más poderosos del mundo (ayudados por un tío con arco y una pelirroja que da muchas leches, pero nadie entiende cómo siguen vivos) para evitar que el planeta sea destruido a manos de una malvada Inteligencia Artificial creada por Tony Stark. Y no, que uno de los buenos sea el responsable de crear al mal personificado por jugar a ser Dios no es uno de los puntos fuertes de la película, porque excepto por un arranque de ira de Thor, nadie se lo reprocha.
Ya de primeras, el argumento es un intento de hacer una trama inteligente para acabar pervirtiéndola en una autentica tontería.
Ultrón es una increíble IA con una inteligencia sin parangón que, tras asimilar toda la información posible, llega a la conclusión de que la mejor forma de salvar el planeta es exterminar a la humanidad. Tan listo no debe ser si llega a esa conclusión en mitad de chistes de mal gusto e intentos de filosofar que quedan muy cutres.

Los que deben detener a este Terminator 2.0 son los mismos que aparecieron en la primera cinta de Los Vengadores. 
Por un lado está el jefecillo, el Capitán América, al que se mira con otros ojos después de demostrar en El Soldado de Invierno que sabe hacer algo más que ir de moralista por la vida. También tenemos a Iron Man, que entre la deplorable actuación de Robert Downey Jr. en esta película y ser el causante de todos los problemas, me cae bastante mal, a Thor para soltar martillazos y meter la trama de su tercera película como lo que no quiere la cosa, a Ojo de Halcón con el nuevo papel de hombre de familia dedicado y responsable para que no se note tanto que no sirve de nada, y a Hulk y la Viuda Negra enfrascados en una especie de relación que nadie entiende de dónde ha salido si, en El Soldado de Invierno, ella le hacía ojitos al Capi.
Y claro, como son pocos, hay que meter a la Bruja Escarlata y Quicksilver, pero sin llamarlos por su nombre y diciendo que son humanos mejorados por experimentos en vez de mutantes. Porque sí, porque así ya nos cargamos más la trama (y porque el Quicksilver que mola lo tiene Fox).

La lógica no es algo que se aplique mucho en La Era de Ultrón, y se nota más conforme se acerca el final. Los nuevos amigos de Los Vengadores son al principio malos, ya que sufrieron las consecuencias de la guerra de pequeños, una guerra financiada por Tony Stark (en serio, ¿A quién se le ocurrió que este tío era el bueno?), pero, tras ver que Ultrón está loco, se hacen buenos y se ponen a salvar gente como si lo llevasen haciendo toda la vida.
El ejercito de Ultrón se rompe con la mirada, en serio, hasta Nick Furia se carga a uno con un trozo de hierro que pilla por el suelo. La escena en la que todos los superhéroes revientan decenas de robots queda eclipsada por el hecho de que.....bueno, los están reventando. Cuando la escena va a quedar chula, pueden con todo, pero cargarse a Ultrón en cuanto aparece como que no.
Eso sí, la palma se la lleva la falsa amenaza que supone el antagonista principal.

Mientras ves la película es difícil darte cuenta, pero una vez te paras a pensar en lo que acabas de ver caes en la cuenta de que Ultrón no hace nada. Vale, crea un ejercito de robots y hace flotar una ciudad y todo eso, pero como ser, como malo supuestamente temible (eso parecía en los trailers, pero que engañosos eran) es un inútil.
Los mayores problemas que sufre el grupo protagonista los causa La Bruja Escarlata al alterar sus mentes, el rayo láser que Ultrón lanza a bocajarro a una mujer no hace más que quemar su hombro, tiene acceso a internet y a todos los conocimientos posibles y no es capaz de prever nada de lo que hacen para acabar con él y, encima, el único momento en el que hace autentico daño directo es cuando usa la ametralladora de un avión (para matar a Quicksilver, nos ha jodido).
Eso puede ser un malo en muchos géneros, pero no en una película de superhéroes.

Los Vengadores: La Era de Ultrón viene a ser lo mismo de siempre en esta industria desde hace años, especialmente en el mundo de las adaptaciones de Marvel. No parte de un argumento para crear una película, sino que crea una película y ya, si tercia, te encaja un argumento en algún lado. Y si queda mal, pues oye, ponemos escenas a cámara lenta y peleas con muchos efectos especiales para que no se note que lo demás es un truño.
Creo que parte de la culpa la tiene querer hacer películas para todo el mundo, que sean familiares. Se nota por la inmadurez de los diálogos, la falta de violencia directa entre seres humanos y que los daños y víctimas derivados de tanta destrucción se suelen obviar o reducir. Una forma algo maleducada de subestimar hasta dónde alcanzan los conocimientos mundanos tanto de niños como de adultos.

¿Dónde está esa dirección y guión tan buenos de El Soldado de Invierno? En esa peli teníamos acción brutal, argumento trabajado, críticas aplicables a la vida real (cuidado ahí, que esto hoy en día es como ver un unicornio) y todo lo que cualquier persona disfrutaría viendo en este género del cine.
Ir marcha atrás, esa es la definición de la industria cinematográfica hoy en día. Ir completamente marcha atrás y no valorar a los que van hacia delante. Pero bueno, yo no soy un experto y no tengo ni idea de cine, así que es posible que mi opinión sea errónea y no sea capaz de ver la asombrosa calidad que destilan todas y cada una de las películas que llenan las salas.