jueves, 13 de agosto de 2015

Antagonistas inolvidables de los videojuegos


La gran mayoría de los videojuegos no funcionan sin una buena némesis, un enemigo que nos inspire a seguir avanzando, que nos lo haga pasar mal hasta el punto de causarnos un profundo sentimiento de rivalidad. A veces estos antagonistas están tan bien diseñados que todo el argumento gira en torno a ellos e incluso se convierten en nuestros personajes preferidos. Todo ese odio y frustración que nos causan en algunas ocasiones no hacen más que abrirnos los ojos a la innegable verdad.
Nuestros enemigos nos forjan, nos influencian y guían nuestros pasos. Ellos son los verdaderos protagonistas.

Con tantos juegos completados (siendo además amante del RPG, género con los mejores antagonistas) me resulta imposible hacer un top o un listado donde ponga a unos por encima de otros como si nada, pero puedo destacar a unos pocos que representan, cada uno a su manera, aquellas características que más valoro en los antagonistas de los videojuegos.


"A partir de aquí se dan numerosos spoilers de conocidos videojuegos, ya que se trata el papel de sus antagonistas con cierta profundidad."

The Boss (Metal Gear Solid 3: Snake Eater)
La satisfacción y la alegría no son siempre las sensaciones que nos abordan al cumplir nuestra labor y acabar con el gran jefe final de turno. A veces se nos queda mal cuerpo, soltamos el mando y nos quedamos mirando la pantalla mientras nos preguntamos si no había otra manera, si todas las horas invertidas debían llevarnos a semejante final. Una pregunta estúpida, porque sabíamos la respuesta desde el principio, pero no deja de ser inevitable. No aplaudir cuando ves caer a tu enemigo tiene tanto sentido como sí hacerlo, quizá más.

The Boss, el Jefe Final de la tercera entrega de Metal Gear Solid, es uno de esos antagonistas a los que no disfrutas matando. Nuestro Naked Snake debe entablar un combate a muerte contra su mentora y amiga, en un inusual círculo de batalla formado por un campo de hermosas flores mientras una melodía perfecta ambienta la situación.
No soy un fan especialmente fiel de la saga Metal Gear, pero este final no se olvida por muchos juegos que te pases después.


Las razones que nos llevan a matar a The Boss son tan injustas como afines a la dura realidad de aquellos que mueren por sus ideales.
Por orden de los Estados Unidos, la mejor soldado del mundo se infiltra en un grupo revolucionario y comienza una operación que involucra cabezas nucleares, muchas promesas y muchas más traiciones. Para lavarse las manos y así librarse de una posible molestia en el futuro, el mismo gobierno que encargó la misión a The Boss envía a otro de sus mejores espias a asesinarla, haciendo creer a Naked Snake que su mentora les ha traicionado. No importan las mentiras que se destapen o el vínculo que una a ambos soldados, solo uno podrá volver a casa.
Pero los ideales de The Boss prevalecerán en su alumno, y así comenzará la historia que ha dado sentido a todo Metal Gear Solid.
La historia de Big Boss.

Saturos y Menardi / Dragón Fusión (Golden Sun)

No es uno de los títulos que más se escuche hoy día, pero todos los que hemos jugado a la saga Golden Sun sabemos que fue uno de los mejores RPG de consolas portátiles. Su argumento era bastante original, con nuestro grupo de Adeptos (personas con la capacidad innata de controlar "magias" o psinergías ligadas a elementos de la naturaleza) intentando salvar el mundo. Gracias al carisma de los protagonistas, el avanzado sistema de habilidades y la estrategia requerida en los combates, era inevitable engancharse.

Se podrían destacar bastantes enemigos y antagonistas importantes, pero sin duda alguna me quedo con Saturos y Menardi, los primeros y últimos enemigos en aparecer durante la entrega inicial de la saga. Ambos Adeptos de Marte (es decir, personas nacidas con el poder del fuego) y con una personalidad sádica y salvaje, así como unos diseños geniales (el de Saturos, el varón, me parece el mejor de la saga).
Nuestro primer encuentro con ellos se sucede nada más empezar el juego, cuando propinan una brutal paliza a dos de los protagonistas, que eran unos niños en ese momento. Si tenemos en cuenta que esto ocurre durante la desgracia que acaba con la vida de los padres de los protas, una desgracia que Saturos y Menardi habían provocado, no hace falta esforzarse mucho para desear venganza.


Al final de Golden Sun tendremos un apasionante enfrentamiento a vida o muerte contra estos dos monstruos en lo alto del Faro de Venus. Es un gran combate, ya que no dejan de apoyarse entre ellos y concentran sus devastadores ataques en miembros concretos de nuestro grupo.
Si logramos acabar con los dos Adeptos, aún nos quedará una última prueba mucho más complicada, pues los moribundos Saturos y Menardi unirán sus cuerpos para crear al Dragón Fusión, el verdadero enemigo final de Gokden Sun.

Grigori (Dragon´s Dogma)

Aún estoy esperando el anuncio de un Dragon's Dogma 2. El primero me enamoró y sentó en mí unas bases para el RPG de Acción que no he logrado satisfacer.
La espera se me está haciendo eterna, pero logro amenizarla rejugando sin parar esta obra de arte cuya batalla principal (que no final) es una inyección de adrenalina. No he visto juego de este género que se arriesgue tanto con las mecánicas y al que le salga tan bien la jugada que se te acaben poniendo los pelos de punta.

Grigori es un enorme dragón que le arranca de cuajo el corazón al personaje que nos acabamos de crear, lo que nos convierte inmediatamente en el legendario guerrero elegido para acabar con él e impedir el fin del mundo. Suena extraño eso de que nos ataque para que nuestro destino pase a ser matarlo, ¿verdad?.
Este imponente antagonista tiene truco, ya que al llegar al supuesto final de Dragon's Dogma nos hace una interesante proposición: Él se llevará a la persona que más queremos y, a cambio, desaparecerá durante generaciones, haciendo creer al mundo que hemos acabado con el malvado dragón y que, por tanto, somos héroes. Esta elección nos lleva al final del juego.


Si declinamos la oferta de Grigori y decidimos matarlo comenzará una batalla tremenda que nos conducirá a una profunda cueva, una enorme muralla y un castillo en ruinas, todo esto mientras combatimos con la bestia.
Habrá un momento en el que incluso tendremos que colgarnos de su espalda mientras sobrevuela una zona enorme. Épico, muy épico.
Las consecuencias de matar al dragón son realmente sorprendentes y cruelmente irónicas; aunque nos permiten acceder a una parte más extensa y completa del juego. Ese fin del mundo que creíamos poder detener matando a Grigori resulta tener una única condición para desatarse: Matarlo.

Vergil (Devil May Cry 3: Dante´s Awakening)

Dante´s Awakening ha sido, en mi opinión, el mejor juego de la famosa saga Devil May Cry, conocida por ser una de las principales y mejores opciones en el género del Hack and Slash.
En esta tercera entrega, que funcionaba como precuela a las dos anteriores, nos presentaban a un Dante más joven, bromista y políticamente incorrecto, que debía enfrentarse a su hermano gemelo Vergil para impedir que se desatara el infierno en la tierra, pues con los amuletos y las armas de ambos se podía romper el sello que separaba el mundo humano del mundo demoníaco.

El primer duelo serio entre ambos es increíble a la par que difícil (aunque todo el juego es bastante desafiante), concluyendo con Vergil empalando a Dante con su propia espada, lo cual libera toda la fuerza demoníaca de nuestro protagonista, dotándole aún más poder (y más chulería)
Llegados por fin al final del juego, vemos como Vergil es traicionado por su subordinado, obligándonos la situación a unir fuerzas en una batalla muy divertida y en la que los hermanos nos regalan una de las escenas de "ejecución" más chulas del videojuego.


Escaso es el tiempo que tienen para descansar, ya que inmediatamente después comienza el encuentro final entre los hermanos demoníacos en mitad del mismísimo infierno. Vergil desea controlar el inmenso poder que antaño poseía su padre, pero Dante, que no es tan inmaduro ni pasota como parecía, está dispuesto a todo por impedir la catástrofe que eso supondría. Con su habilidad para la espada, sus vistosos poderes infernales y un poco de suerte, el hermano "bueno" prevalece y sale de allí llorando por lo sucedido (de esta escena sale el título de la saga, "Devil May Cry" o "el Diablo puede llorar").
En una escena post-créditos se nos revela que Vergil no ha muerto y que se dispone a enfrentar al mismísimo Rey del Infierno para recuperar su orgullo (aunque en los anteriores juegos, que son cronológicamente posteriores, sabemos que es derrotado y corrompido).

Miraak (The Elder Scrolls V: Skyrim - Dragonborn)

La base del argumento de Skyrim son los dragones y nuestro personaje, el Sangre de Dragon (del inglés "Dragonborn"), como único ser capaz de matarlos y absorber sus almas. Se supone que los Sangre de Dragón son mortales con alma y sangre de dragón, elegidos por el dios Akatosh y que aparecen una vez cada era, como mucho, pero en la última expansión de Skyrim, nombrada con el título dado a esos elegidos, descubrimos que el primero de ellos no era, ni por asomo, un valeroso guerrero ni un héroe de su tiempo.

Cuando los dragones aún gobernaban a los humanos (miles de años antes de la saga The Elder Scrolls) eran atendidos y protegidos por los Sacerdotes Dragón, poderosos hechiceros que habían jurado servir a aquellas criaturas. Uno de ellos, Miraak, encontró un extraño libro negro en el que se hablaba de Hermaeus Mora, dios del conocimiento y el destino, así como una de las divinidades más poderosas.
Dejando de lado sus juramentos, el sacerdote se convirtió en un servidor de Mora y recibió una valiosa recompensa, el poder de controlar dragones y absorber sus almas, que utilizó para llevar a cabo una rebelión contra sus amos que, por suerte o por desgracia, fracasó.
Desde entonces, Miraak está atrapado en el mundo de Hermaeus Mora, esperando el momento en el que pueda regresar al plano mortal y reclamar el poder que cree merecer.


Entonces, siglos más tarde, entra en juego nuestro propio Sangre de Dragón, que sufre un intento de asesinato por parte de unos sectarios que dicen servir al "auténtico Sangre de Dragón" y decide investigar el asunto.
Tras descubrir todo lo relacionado con Miraak y Hermaeus Mora, nuestro matadragones se adentra en el reino del dios del conocimiento para matar a su predecesor.
Este enemigo final de la expansión de Dragonborn es sumamente arrogante, ambicioso y, cómo no, poderoso, pero si conseguimos ponerlo contra las cuerdas veremos como su propio protector (Hermaeus) acaba con su vida, decepcionado por la ambición ciega del sacerdote, y nos permite absorber todo el poder acumulado en su interior.

Rey de Marfil Quemado (Dark Souls II - La Corona del Rey de Marfil)

Cuando pensaba en los Jefes Finales de la saga Dark Souls, siempre me venían a la mente los míticos Artorias, Gwyn, El Perseguidor.....pero desde que jugué a la última expansión de Dark Souls II mi Jefe preferido de la saga es y será (a no ser que Dark Souls III sepa cumplir nuestros deseos para la saga) el Rey de Marfil Quemado. Buen trasfondo, interesante diseño y, sobre todo eso, una batalla alucinante en un escenario que pone los pelos de punta nada más verlo.

El Rey de Marfil fue antaño el gobernante de la hermosa ciudad de Eleum Loyce, siendo un monarca compasivo, fuerte y muy valiente (pues siempre combatía en persona cualquier amenaza a su ciudad), pero un día descubrió que un terrible poder dormía en las profundidades de la tierra y amenazaba con desatarse y provocar el caos. Para frenar su avance, el Rey construyó una enorme catedral justo encima de la fuente de ese poder e imbuyó en ella su propia y poderosa alma, aunque todo fue en vano y un día, sin previo aviso, el Rey desapareció poco antes de que el poder del caos saliera de la catedral y transformase Eleum Loyce en un páramo helado.


Nuestra misión es asegurarnos de que este caos no se extienda por el mundo y para ello nos adentramos en lo más profundo de la catedral, un lugar conocido como Viejo Caos.
Allí nos espera el Rey de Marfil, completamente corrompido, acompañado por los caballeros que lo habían acompañado (pues su desaparición se debía a que había intentado derrotar al caos en persona). Tal es su corrupción que es a él a quien debemos matar para frenar al caos, pero, si hemos explorado toda la ciudad, no estaremos solos en esta épica batalla. Los últimos cuatro caballeros vivos de Eleum Loyce lucharán a nuestro lado, sacrificando sus vidas para liberar a sus hermanos y concediéndonos un duelo en solitario contra este imponente enemigo.

David (Killer is Dead)

Su banda sonora es la razón de que considere inolvidable esta pelea de Jefe Final del excéntrico Killer is Dead. Es una batalla interesante y vistosa, con varias fases y un final apoteósico, pero lo que a uno se le queda grabado es que durante la fase final, la más frenética y vistosa, suena de fondo la Sinfonía nº9 de Antonín Dvorák, más conocida como Sinfonía del Nuevo Mundo, versionada con un estilo "remix" que motiva mucho al jugador y aumenta la adrenalina que genera ya de por sí la pelea.

En el papel de Mondo, somos un asesino sin recuerdos, con un brazo artificial y extrañas habilidades. Uno de nuestros primeros enemigos es David, un enigmático personajillo que parece saber cosas de nosotros y de nuestro pasado, aunque desaparece antes de poder interrogarle.
Más tarde, casi al final del juego, Mondo se cura de su amnesia y recuerda que David es su hermano y, además, un habitante de la Luna (al igual que él) que derrocó al gobernante de aquel lugar y aprendió a dominar la materia oscura, momento en el que atacó a nuestro protagonista y lo hirió de muerte.
Dispuesto a ajustar cuentas y acabar con el reinado de terror de la oscuridad, viajamos a la Luna para el duelo final.


En la primera fase, luchan en el patio de una mansión con su apariencia "normal", uno con su traje y el otro con ese.....atuendo dorado que tan poco deja a la imaginación, pero enseguida despliegan todo su poder y se mezclan con la materia oscura, transformándose en una especie de cyborgs con una fuerza casi divina.
Aunque lo parezca, esa no es la fase final de la batalla, ya que más tarde aparecen en la superficie de la Luna, ambos vestidos con sus elegantes trajes de asesino y con un par de katanas como único armamento. Ahí es cuando empieza a sonar la increíble melodía ya mencionada y cuando Mondo y David son capaces de realizar todo tipo de ataques, piruetas y movimientos sin esfuerzo alguno.
Es todo un espectáculo, aunque acabe con nuestro heroico protagonista convirtiéndose en el nuevo portador de la oscuridad.

Rojo (Pokémon Oro y Pokémon Plata)

Muchos recordamos con cariño las primeras generaciones de Pokémon, compuestas por aquellos Rojo y Azul tan populares y por sus "secuelas", los soberbios Oro y Plata.
En los primeros encarnábamos a Rojo/Red (no confundir con el bufón inepto de Ash, por favor), el prota original de las historias de Pokémon y cuyo sueño era ser el mejor entrenador del mundo. Una vez terminada la Liga Pokémon y habiendo derrotado al malvado Team Rocket, ya se nos consideraba un Campeón y un entrenador sin igual. Podemos seguir jugando, pero la historia de Rojo termina ahí.

Tras alcanzar su sueño, el legendario entrenador desaparece durante tres largos años, tras los cuales comienza la historia de Oro y Plata con nuevos protagonistas, nuevas regiones, nuevos desafíos.....
Pero, una vez "completemos" el juego, descubriremos que no hemos alcanzado el nivel de entrenador legendario. Aún nos queda un último rival para alcanzar el máximo prestigio del Mundo Pokémon, un rival que nos espera en la cima del Monte Plateado.
Este rival definitivo es, obviamente, el protagonista del videojuego anterior.


Todo el combate Pokémon contra Rojo es una gran referencia al manga y los videojuegos de la franquicia. Para empezar, la unica conversación que podemos sacarle es "...", una referencia a los juegos de Rojo y Azul (y a muchos otros de rol), en los que nuestro protagonista no podía hablar y se limitaba a decir "Sí" o "No". Su equipo de Pokémon se compone exactamente de los mismos que acompañaban a su contraparte del manga original cuando escalaba el Monte Plateado (aunque muchos lo interpretaron erróneamente como una referencia a la serie).
Al ser derrotado, tras una batalla muy difícil y que nos pondrá realmente a prueba, Rojo se esfumará con un corte de imagen en el que veremos una pantalla negra durante unos segundos, precisamente lo mismo que sucede cada vez que perdemos en cualquier juego de la franquicia.

Jack el Guapo (Borderlands 2)

La idea de escribir todo esto sobre los antagonistas de videojuego y los buenos Jefes Finales me vino gracias a este señor tan majo que los jugadores de la saga Borderlands tenemos en un pedestal.
Carisma, humor, crueldad y muchísima locura son las cosas que hacen tan único a Jack el Guapo, principal antagonista de Borderlands 2 y nuestro fiel aliado en su precuela, Borderlands: The Pre-Sequel.
Aunque se nos intenta justificar su forma de ser (abuela abusiva, mujer muerta en un accidente a manos de su hija...) es difícil mirar más allá del malo final que hace bromas sobre "pollas" en el momento menos oportuno.

Prácticamente todo lo ocurrido a lo largo de los tres juegos de Borderlands formaba parte de sus planes (incluso la historia del primer Borderlands, en el cual no aparece, era precisamente el primer paso en sus ambiciones). Logrando que su empresa viaje a Pandora, el planeta donde han aparecido multiples yacimientos del mineral más valioso que existe (consecuencias de engañar a los protas del primer juego para abrir una misteriosa cámara alienígena) y matando después a su jefe para usurpar su puesto, Jack se encumbra como un líder carismático y se autoproclama héroe mientras impone una brutal tiranía sobre los habitantes del planeta.


En The Pre-Sequel (tercer juego de la saga) lo ayudamos a lograr esas ambiciones, aunque conforme avanza el juego nos damos cuenta de que no es precisamente un gran ejemplo de cordura, y menos aún cuando se ve obligado a usar una mascara tras perder parte del rostro a manos de una de las protagonistas. En Borderlands 2 (segundo de la saga, y en el que controlamos a otros personajes), nuestro objetivo es acabar con su vida e impedir que se haga con un poder aún mayor del que ya tiene.
Jack el Guapo (nombre que él mismo se pone, ya que ni siquiera se llama Jack) no dejará de hacer bromas durante el recorrido de ambos juegos, como tampoco dejará de comportarse como un auténtico psicópata, creando una especie de amor-odio entre los jugadores y él.
Al final conseguiremos acabar con su vida pero, en un universo con tantos avances tecnológicos y tantas "idas de olla" como el de Borderlands, ¿realmente podemos estar seguros de que no volveremos a ver a Jack el Guapo?

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