Aviso de spoilers: A continuación se realiza una opinión personal y resumen de los últimos acontecimientos del manga de Ataque a los Titanes respecto a su publicación española por Norma, es decir, hasta el tomo número 20. Los que sigan la adaptación animada quedan advertidos de que la segunda temporada abarcará, por lo que se puede ver en los últimos capítulos, hasta el volumen 12 o mediados del 13.
Creo que el manga de Ataque a los Titanes va a ser recordado por sus lectores muchos años después de llegar a su final (no creo que quede mucho para eso, apuesto por un total de 30 tomos como máximo). La de Hajime Isayama es una de esas obras que tiene pocas comparaciones dentro de su mismo medio. A estas alturas es muy común usar todas esas frases de "la historia es similar a la de" o "ese personaje recuerda mucho a" cuando vamos a hablar de un manga, película, serie o videojuego con alguien que no conoce el producto en cuestión lo más mínimo, realizando a veces comparaciones un poco flojas para ahorrar tiempo y esfuerzo, pero es un sistema que veo casi imposible de utilizar cuando se trata de Ataque a los Titanes. Especialmente ahora que el argumento ha tomado un rumbo bastante difícil de predecir cuando leíamos los primeros tomos.
Ha sido impresionante ver la revelación de Reiner y Bertolt (me gusta como se ha llevado a cabo, con esa viñeta de ambos en el fondo diciendo "pues mira, es que somos los malos" prescindiendo de escenificaciones excesivas de shonen), todas esas intrigas políticas relacionadas con el nombramiento de Historia (sabes que la cosa es seria cuando los protas tienen que matar gente y no titanes) y las muchas pistas sobre la creación de esos seres gigantescos (apenas nos falta conocer el punto de origen, porque todo lo demás ya lo sabemos) hasta llegar al momento actual: La más que impresionante lucha contra el Titán Animal, el de la Armadura y el SuperTitán. Un nuevo punto y aparte en la trama.
Desde que se desveló que aquellos dos personajes "de confianza" del grupo principal eran los causantes de todo el dolor sufrido años atrás no ha pasado ni un tomo que no me deje con la boca abierta.
Las batallas son geniales y las conversaciones casi siempre sirven a un propósito sin rellenos ni aclaraciones innecesarias para recordarnos lo que ya sabemos (el uso del flashback y los cambios de escenario son excelentes). El avance desesperado del tomo 12 en el que Erwin pierde el brazo y Hannes perece a manos del titán que mató a la madre de Eren (una cruel ironía que logra causar impacto) fue magistral, aunque posiblemente la escena haya sido superada por la carga suicida del reciente tomo 20.
Erwin y todos los novatos del escuadrón cabalgando hacia la muerte entre gritos y bengalas para que Levi tenga una oportunidad de pillar por sorpresa al Titán Animal puede situarse perfectamente entre mis escenas preferidas de un manga. Los mensajes de sacrificio y valor siempre han estado presentes en Ataque a los Titanes, pero esta vez no hay un gran plan ni una mínima posibilidad de sobrevivir para contemplar la victoria, únicamente hay muerte. Hay una viñeta que ocupa la página entera en la que se ven dos hileras de soldados siendo despedazados por las piedras que tira el gigante simiesco, el cual queda perplejo al ver que los que vienen detrás no reducen el paso ni se plantean la huida. Zeke no entiende qué sentido tiene esa carga suicida ni los gritos que los hombres profieren al aire, hasta que Levi aparece de pronto y lo destroza.
Toda la escena es inolvidable y tiene mucho sentido gracias al discurso anterior del Comandante del Cuerpo de Exploración. Ya se nos viene contando desde hace varios tomos que Erwin Smith está marcado por su capacidad para sacrificar todo y a todos en pos de descubrir la verdad sobre el mundo en el que vive y cumplir su sueño egoísta, pero sus convicciones empiezan a derrumbarse cuando el único plan que se le ocurre es morir para que su subordinado pueda salvar a la humanidad al menos un día más. Es Levi quien acaba eligiendo y le dice a su superior que muera, que renuncie a su sueño y guíe a los reclutas al mismísimo infierno. Y entonces, cuando deben explicar el plan, Erwin se acaba respondiendo a sí mismo y ve una razón para renunciar a su sueño. La montaña de muertos sobre la que se lleva alzando desde que empezó su lucha cobrará sentido cuando él fallezca y encomiende el recuerdo de todos los soldados que dieron su vida por la humanidad a los que logren alcanzar la verdad.
"Es el único modo de enfrentarnos a este mundo cruel. ¡Enfureceos soldados! ¡Gritad soldados! ¡Luchad soldados!". Apenas termina su arenga cuando es derribado con un agujero en su estómago y, sin embargo, nadie se echa atrás.
Varios metros más atrás, mientras ocurre todo esto, los jóvenes protagonistas se enfrentan a Reiner y Bertolt. Juntos idean una estrategia con la que acabar simultáneamente con ambos titanes y es entonces cuando Jean, Conny y Sasha sufren heridas de distinta gravedad al fallar en incapacitar al Titán de la Armadura (Hange tuerta y agotada saca fuerzas de vete tú a saber dónde para enmendar esos fallos) y el valor de Armin conduce a la derrota "definitiva" del SuperTitán. Aún es pronto para saber si han acabado al fin con los traidores, ya que Reiner ha dejado bien claro que es casi inmortal (eso de transmitir la conciencia a todo el cuerpo para sobrevivir aunque te revienten la cabeza es un poco.......raro) y Bertolt era la mayor amenaza mostrada en la obra hasta que el pobre Armin descubrió sus puntos débiles e incluso los expuso a costa de su propia vida.
Es sorprendente ver como ese jovencito con tanta inteligencia como poca fuerza física se engancha a los dientes del titán más grande (con permiso del señor Reiss, al que poco le sirvieron sus 120 metros) y se queda ahí mientras se despelleja por el vapor para que su mejor amigo acabe por fin con la persona que destrozó el hogar de ambos. Un punto a favor para ese momento en el que el titán del protagonista es un medio y no un fin, porque el pobre Eren empezaba a parecer un soldado inútil.
Si bien en el momento de leer todo esto no recordaba lo que Levi lleva consigo desde la muerte de su tío, una vez he repasado los tomos no puedo olvidar esa jeringa para convertir a personas en titanes que pasó a manos de los buenos hace un par de volúmenes. Ya sabemos cómo funciona gracias a los recuerdos de Eren en los que ese extraño compuesto lo transforma en un titán común hasta que devora a su padre, asimilando su poder de "titanización humana" (robado antes de eso a Frieda Reiss, lo que convierte al personaje principal de Ataque a los Titanes en el portador de "el poder del titán original", un título que aún necesita un par de aclaraciones).
Es decir, tenemos a varios personajes importantes dados por muertos o heridos de gravedad, a dos humanos con el poder de un titán derrotados y una jeringa con la sustancia titanizadora. Tres cosas que suponen la aparición de un nuevo e importante apoyo para la humanidad si todo va bien (o un apoyo para los malos, vete tú a saber) volviendo a dar un nuevo giro a la trama.
Es sorprendente ver como ese jovencito con tanta inteligencia como poca fuerza física se engancha a los dientes del titán más grande (con permiso del señor Reiss, al que poco le sirvieron sus 120 metros) y se queda ahí mientras se despelleja por el vapor para que su mejor amigo acabe por fin con la persona que destrozó el hogar de ambos. Un punto a favor para ese momento en el que el titán del protagonista es un medio y no un fin, porque el pobre Eren empezaba a parecer un soldado inútil.
Si bien en el momento de leer todo esto no recordaba lo que Levi lleva consigo desde la muerte de su tío, una vez he repasado los tomos no puedo olvidar esa jeringa para convertir a personas en titanes que pasó a manos de los buenos hace un par de volúmenes. Ya sabemos cómo funciona gracias a los recuerdos de Eren en los que ese extraño compuesto lo transforma en un titán común hasta que devora a su padre, asimilando su poder de "titanización humana" (robado antes de eso a Frieda Reiss, lo que convierte al personaje principal de Ataque a los Titanes en el portador de "el poder del titán original", un título que aún necesita un par de aclaraciones).
Es decir, tenemos a varios personajes importantes dados por muertos o heridos de gravedad, a dos humanos con el poder de un titán derrotados y una jeringa con la sustancia titanizadora. Tres cosas que suponen la aparición de un nuevo e importante apoyo para la humanidad si todo va bien (o un apoyo para los malos, vete tú a saber) volviendo a dar un nuevo giro a la trama.
Estamos a muy poco de ver a los protas acceder al sótano y descubrir la verdad sobre el mundo, o eso quiero pensar, porque dudo mucho que volvamos a tener otra expedición fallida y todo lo que ha pasado en el tomo 20 hace muy poco probable volver atrás. Imagino que ahí empezará la recta final de Ataque a los Titanes y en un par de años el manga llegará a su fin si Isayama no tiene un cruce de cables y tira por el camino fácil alargando el argumento de la manera más artificial posible para ganar un extra de dinero. En 2019 la obra cumplirá la decena, así que no es mal momento para cerrar su historia y quedar de lujo con los lectores y el medio.
Hasta que llegue ese día (sea en ese momento o en otro) vamos a seguir disfrutando y sorprendiéndonos con este manga tan excepcional, con sus giros de guión, con sus revelaciones y con los grandes personajes que se abren cada vez más a nosotros (para luego morir, pero bueno, es ya son detallitos). No, me parece que no vamos a olvidar Ataque a los Titanes.
Hasta que llegue ese día (sea en ese momento o en otro) vamos a seguir disfrutando y sorprendiéndonos con este manga tan excepcional, con sus giros de guión, con sus revelaciones y con los grandes personajes que se abren cada vez más a nosotros (para luego morir, pero bueno, es ya son detallitos). No, me parece que no vamos a olvidar Ataque a los Titanes.
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