La cosa está yendo bastante rápida, la verdad. Norma Editorial no deja de traernos mes a mes nuevos números del manga más fiel e interesante de Pokémon, pudiendo tener ya en nuestras manos la mitad de los volúmenes que fueron listados hace algo más de un año por la mencionada editorial en una de las mejores sorpresas que nos podían haber dado a muchos lectores. Por la parte que me toca no podría estar más contento con la situación y cada mes ansío seguir llenando la balda de mi habitación que actualmente contiene casi una veintena de tomos que destilan calidad antes incluso de empezar a leerlos, gracias a una edición muy llamativa y bonita de ver. En sus páginas he descubierto un Mundo Pokémon increíble, perfecto para los estándares que suponen los videojuegos y con unas historias tan bien guionizadas que la emoción nunca cesa.
Una de las cosas que más me han sorprendido de estas historias es que parecen sufrir una evolución constante conforme avanzan los arcos argumentales que hacen referencia a cada videojuego de las criaturas de bolsillo. La historia es cada vez más compleja y los personajes tienen cada vez más carisma y un pasado más interesante, no me da ningún reparo decir (como ya he hecho en otras ocasiones) que el manga Pokémon es excelente en su medio independientemente de que te guste su temática o no.
La más reciente "sorpresa" que ha cumplido ya su publicación es Rubí y Zafiro, cuatro tomos de considerable contenido basados en los videojuegos de tercera generación, que sirven de punto de inflexión a la historia conjunta que van formando todos los arcos argumentales desde nuestro querido Rojo, Verde y Azul (sin contar el ya terminado y posterior arco de Negro y Blanco y el aún en publicación XY).
Esta nueva historia comienza con Rubí, un joven amante de los Pokémon y su belleza, mudándose desde Johto a Villa Raíz, en Hoenn, ya que su padre se ha convertido en uno de los lideres de gimnasio de la región. Una introducción que traerá muy buenos recuerdos a los jugadores del videojuego, pero aderezada con la personalidad única y, quizás algo excéntrica, de Rubí. Hay muchisimas cosas en este arco argumental que consiguen darle originalidad a situaciones ya conocidas gracias al carisma de sus personajes y alguna que otra vuelta de rosca en cuanto a quién hace qué, por lo que no hay apenas diferencia entre las cosas que suceden únicamente en el manga y las que provienen del medio original, tal es el trabajo que demuestra el guión de esta obra.
Al poco de llegar a su nuevo hogar, Rubí conocerá a Zafiro, una chica también bastante peculiar y amante del combate Pokémon. Ambos terminan haciendo una promesa de éxito y grandeza en sus respectivos campos (concursos y combates) que marcará el comienzo de una aventura que cada vez irá adquiriendo más y más epicidad hasta convertirse en una historia de dimensiones alucinantes. Todo es muy natural, el encuentro entre ambos, la obtención de sus iniciales (ya poseen varios Pokémon propios de antemano, una de las características más importantes para que no haya ninguna sensación de que se vuelven entrenadores capaces así porque sí) y el reto que se proponen. Tanto Rubí como Zafiro tienen una personalidad y un pasado que nunca me habría imaginado en protagonistas de Pokémon, y mucho menos en los de esta saga, en concreto él es el más complejo de los protagonistas desde la saga de Rojo, Verde y Azul.
Hay de todo en estos cuatro tomos. Combates de gimnasio, concursos, villanos con varios miembros muy bien diseñados (recordemos que en la tercera generación los equipos malvados eran dos, así que doble ración de personajes), aparición de varios legendarios con referencias directas a la curiosa obtención de algunos en los videojuegos y una explicación excelente de los cambios que hubo de las ediciones Rubí y Zafiro a Esmeralda. Aunque el manga de aquella tercera edición con Rayquaza en la portada esté por salir, es en los tomos que nos ocupan donde se realizan las principales alteraciones en diseños y el cambio de puesto de cierto personaje.
Si durante Oro, Plata y Cristal dije que aquel era mi manga preferido hasta el momento, ahora me veo en la obligación de repetir exactamente las mismas palabras sobre Rubí y Zafiro. El dibujo, los personajes, los combates y la trama tiene un nivel altísimo, mejorando aún más lo visto en las sagas anteriores y aumentando, de nuevo, las ganas que tengo de seguir leyendo más manga Pokémon. El próximo mes tendremos un hermoso triplete con los dos tomos de Rojo Fuego y Verde Hoja y el tercero de XY, así que no me queda más que seguir releyendo los nunca aburridos volúmenes que ya empiezan a llenar mi estantería mientras espero a que llegue otro mes increíble para el manga y para Pokémon.
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