martes, 3 de enero de 2017

Secret Wars Integral (1984)


Aunque he sido fan del cómic americano desde niño nunca le he prestado la debida atención, al menos si obviamos mis dos etapas de coleccionables de Planeta sobre Spiderman, algún volumen especial de otros personajes, números sueltos de Spawn y tres o cuatro Team Up. El descubrimiento del manga en mi adolescencia rompió casi todos los vínculos con los superhéroes de Marvel y DC al tener a Naruto, Bleach o One Piece acaparando toda mi atención, viendo además muchas más facilidades en la compra del producto japonés que en el americano (no soy fan de nada que no sea recopilatorio y mucho menos del formato grapa). Me gusta tener todo numerado o recopilado, sin desorden, sin saltos y sin ausencias muy destacables, así que tardé en darme cuenta de que la solución a mi "abandono" del cómic americano estaba en los volúmenes recopilatorios de crossovers o etapas principales de cada obra. Tras esperar un tiempo para terminar algunas publicaciones manga decidí informarme bien y hacer una lista con una buena parte de Marvel y algunas cosas de DC.
Sin embargo, tenía una espinita clavada desde hacía más de diez años y que tenía prioridad antes que ninguna otra saga comiquera: Las primeras Secret Wars y, más en concreto, el recopilatorio de Panini con todos y cada uno de los números que conformaron este gran evento marvelita.


Las razones que me han llevado a desear este volumen durante muchos años son algo banales y se centran casi exclusivamente en el cambio de traje de mi querido Spiderman. A partir de la sorprendente aparición del Hombre Araña con un traje negro y alienígena empecé a interesarme por esas "Guerras Secretas" que tanto mencionaba cada vez que su nuevo atuendo mostraba capacidades que nada tenían que ver con la ropa humana. Sabía que Spidey había viajado a un planeta lejano junto a muchos héroes y villanos que se habían enfrentado por culpa de un tal Todopoderoso, pero no más. Más tarde pude conocer a ese ser de nombre poco modesto (en una parte de lo que se llamó Secret Wars II) o confirmar en persona que el traje negro de Spiderman era el origen de uno de mis villanos preferidos, por lo que las ganas de leer el, según tengo entendido, primer gran evento de Marvel aumentaron.
Una edición completa, junto con varios extras y en el formato que me interesaba se encontraba al alcance de mi mano, así que después de tantos años ya tengo las Secret Wars en mi poder.



A comienzos de 1980 la juguetera Kenner lanzó una línea de figuras sobre los personajes de DC, la eterna competencia de Marvel. Esto provocó que Mattel, competencia de Kenner (ya se van notando las motivaciones, ¿no?) llegara a un acuerdo con la casa de Spiderman y los Vengadores para sacar su propia línea de productos, que recibirían publicidad y apoyo con la edición de un importante evento/crossover en el medio original. Algo así le venía de lujo a Marvel, en parte porque se estaba preparando otro gran evento en la competencia y Secret Wars les permitía adelantarse. Se realizaron estudios de mercado que fueron usados para alterar la apariencia o historia de algunos personajes (tanto de cara al diseño de los juguetes como para llamar más la atención sobre el cómic), e incluso el nombre mismo del evento nació a raíz de las palabras más llamativas para un joven de esa época.
Ni las figuras de Mattel tenían la calidad de las de Kenner ni las Guerras Secretas se acercaban en profundidad a la futura Crisis en Tierras Infinitas, pero los héroes de DC fueron superados en las jugueterías y Marvel sentó las bases de todos los futuros eventos del cómic americano. Toda esta historia se explica a la perfección en las primeras páginas del volumen que nos ocupa, pero basta decir que Secret Wars nació del interés económico más vulgar para acabar marcando un antes y un después en la industria.

La edición integral ofrece un muy necesario prólogo que nos muestra páginas sueltas sacadas de las publicaciones originales e independientes de algunos superhéroes que son atraídos a una enorme estructura de Central Park para luego desaparecer sin ninguna explicación. Así es como son transportados al Mundo de Batalla, un planeta creado por la entidad conocida como el Todopoderoso para enfrentar a los más grandes héroes de la Tierra con los peores villanos, prometiendo al bando ganador que cumplirá cualquier deseo que se le pida. Para los malos esa promesa era motivación suficiente, y a los buenos les bastaba con saber que sus enemigos iban a unirse contra ellos.
La premisa es simple, muy simple, pero lo bastante atractiva para atraer a la mayor cantidad de público y con consecuencias lo bastante importantes como para no quedarse en un cómic anecdótico. La historia de muchos héroes cambió tras las Secret Wars y aún a día de hoy siguen sufriendo por cosas que pasaron allí como, por poner el ejemplo más fácil (y el único que no es spoiler directo), lo ocurrido con el "traje negro" de Spiderman.



Al realizarse Secret Wars como una historia que tenía en cuenta la actualidad del resto de cabeceras se tuvo que elegir un grupo de participantes más limitado de lo que ocurre con estos eventos hoy en día.
Por el lado de los buenos estaban los 4 Fantásticos (tres, en realidad, ya que la Mujer Invisible estaba pasando por un embarazo y no tendría sentido incluirla en una historia con tanta pelea), algunos Vengadores (Capitán América, James Rhodes con la armadura de Iron Man debido al alcoholismo de Stark, Avispa, Ojo de Halcón, la segunda Capitana Marvel, Hulka y Thor), parte de la Patrulla X (Charles Xavier, Lobezno, Cíclope, Rondador Nocturno, Coloso, Pícara, Tormenta y el dragón mascota de Kitty Pride) y algunos superhéroes independientes como Spiderman, Hulk (con la personalidad e inteligencia de Bruce Banner), Magneto (que debido a su curiosa moralidad es puesto en el bando contrario al esperado) y una incorporación posterior de Julia Carpenter (la segunda Spiderwoman).
Sus rivales en el Mundo de Batalla estaban más o menos a la altura, ya que el Todopoderoso decidió que los malos más malos del mundo eran el Doctor Muerte (que había fallecido poco antes del evento, creando así cierta confusión), El Lagarto, Octopus, Encantadora, Hombre Molécula, Hombre Absorbente, Ultrón, la Brigada de Demolición, Kang y el devorador de mundos Galactus (al que probablemente podamos considerar una facción aparte debido a su poder y aparente neutralidad). Más tarde aparecería Klaw, el amo del sonido, y presenciaríamos el nacimiento de las supervillanas Volcana y Titania.

El manejo de tantos personajes a la vez requiere de demasiado esfuerzo y es algo que se refleja en un guión que prioriza de forma intermitente unos u otros héroes en función de la escena y algunas batallas en las que muchos héroes parecen estar ahí de relleno, pero dejando claro que todos admiran al Capitán América (esto llega a cansar un poco, ya que casi todos pasan por el proceso de no poder explicarse la atracción y confianza que sienten por el abanderado) o que no hay nadie tan listo como Reed Richards. Spiderman, otro de los titanes de la editorial, hace cosillas de fondo que solo los fans notarán (como bromas sueltas o colgarse de otros para viajar) teniendo un par de momentos bastante importantes, como un "roce" con la Patrulla X bastante chulo o la obtención de (sí, otra vez) su nuevo traje. También está ese Hulk cada vez más frustrado al darse cuenta de que la inteligencia lo abandona poco a poco (llegando a ver ofensiva la superioridad intelectual de Richards), un James Rhodes tan diferente de Tony Stark que sus compañeros empiezan a darse cuenta de que ese no es Iron Man o la neutralidad aparente de una Patrulla X que genera tanta desconfianza como demuestran (conflictos internos incluidos).
Magneto tampoco lo hace nada mal si tenemos en cuenta su extraña situación, sabiendo ser él mismo sin cambiar de bando, aunque me da la impresión de que cierto guionista de la Patrulla X se removió un poco al ver a sus niños ser tratados así.



Con los villanos la falta de guión se nota mucho más, aunque puede ser una sensación mía al no conocer bien a la mayoría de ellos. Galactus no tiene un papel activo debido a que su poder superaría demasiado al de cualquier otro personaje, Encantadora está ahí por y para Thor, Ultrón es casi todo el tiempo una marioneta y Octopus, el Lagarto y Kang no es que sean imprescindibles para el desarrollo de Secret Wars (el tercero podía haberlo sido, pero se desaprovecha). La Brigada de Demolición cumple su cometido como los matones del grupo y se va presentando una posible relación entre el Hombre Absorbente y la beligerante Titania. Owen Reece, el Hombre Molécula, se lleva gran parte de ese protagonismo que no tienen su compañeros al descubrir que su poder va mucho más allá de lo imaginable, llegando a ser parte fundamental tanto de las primeras Guerras Secretas como de su secuela directa.
Pero si hay un villano que tiene guión, poder y trascendencia ese es el implacable archienemigo de los 4 Fantásticos. El señor Víctor Von Muerte demuestra una vez más que se ha ganado el puesto como uno de los mejores villanos de cómic de la historia, no por su maldad sino por su inteligencia y determinación. Posiblemente sea el personaje más complejo e importante de todo el Mundo de Batalla, haciendo que todos los demás (héroes, villanos y Todopoderoso) queden relegados a un segundo plano.

La estructura narrativa durante todo el volumen es simple, pero constante, haciendo más hincapié del que me esperaba en cualquier suceso que pueda influir en las cabeceras de cada héroe tras el evento (o en cosas que hayan pasado justo antes). El dibujo es bastante bueno tanto para la época como para las intenciones con las que se realizaron estas viñetas y del guión ya he dado pistas suficientes. Peleas simples y directas, alguna que otra discusión interna o cambios en las relaciones de ciertos personajes y la única forma de descubrir porqué Ben Grimm desapareció de los comics de los 4F durante algún tiempo, el cambio de equipo de Hulka, las modificaciones en la armadura de Iron Man, el origen de un gran villano de Spidey o la ruptura de la relación entre Coloso y Kitty Pride.
No soy ningún experto en cómic americano, como ya he dejado claro al principio, así que no puedo valorar este volumen como imprescindible, pero teniendo en cuenta todas las implicaciones que tuvo para la industria creo que puede estar muy cerca de merecer tal calificativo.



No me quiero olvidar de mencionar los numerosos extras que trae consigo esta edición integral de Panini, empezando por la ya mencionada introducción que explica lo que hubo tras la edición original de 1984 y el prólogo con escenas de los superhéroes cayendo en la trampa del Todopoderoso. También hay varias páginas que muestran la línea de figuras y accesorios de Mattel (ampliando la información sobre el acuerdo con Marvel), unas fichas explicativas del Todopoderoso y su raza (tomando en cuenta también Secret Wars II, por cierto), Julia Carpenter, Hombre Molécula, Titania, Volcana, el propio Mundo de Batalla e incluso datos sobre todos los simbiontes aparecidos en historias posteriores de Spiderman (como fan del Trepamuros me ha encantado) y una gran cantidad de portadas, bocetos y curiosidades.
Por encima de todo ese contenido (que suma sus buenas 150 páginas) se encuentran dos geniales "What if?", es decir, capítulos alternativos bajo la premisa del "¿Qué hubiese pasado si........?". El primero muestra un Mundo de Batalla del que nadie logró escapar y en el que, tras veinticinco años, las rencillas entre héroes y villanos han desaparecido dando lugar a curiosas parejas con descendientes más que prometedores. Obviamente no tiene relevancia alguna al ser una trama "extra", pero es bastante entretenida y tiene escenas realmente interesantes.

El segundo "What if?" es muy diferente y debo decir que me ha parecido magistral en dibujo y guión. En menos de treinta páginas vemos a un Doctor Muerte omnipotente, un hombre que ha superado a los dioses pero cuyos deseos siguen siendo muy humanos. Se nos narra el origen de este villano, nos muestran sus motivaciones, su dolor y finalmente un giro argumental tremendo que confirma lo que todo evento importante relacionado con el Doctor sugiere, que no es un villano típico. Con las breves apariciones en otros cómics, su participación en Secret Wars y el "What if?" entiendo perfectamente que algunos fans lo tengan en un pedestal.
Estos recopilatorios con toda una saga/evento, con extras, curiosidades y demás es precisamente lo que quiero que forme mi colección de cómic americano. Me alegro de haber encontrado una forma de compaginar el manga y los superhéroes sin muchas complicaciones más allá de las limitaciones obvias. 


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