jueves, 15 de diciembre de 2016

[Análisis] Batman: Arkham Knight (2015)


No sé si el caso de Batman es único, pero yo nunca he visto nada semejante. El éxito cosechado en su formato original no ha sido suficiente para el Caballero de la Noche que, ni corto ni perezoso, ha dominado con facilidad las adaptaciones superheroicas en cine y videojuegos. Nolan y su trilogía protagonizada por Christian Bale han hecho aún más famoso al justiciero de Gotham en la gran pantalla con unas películas intensas, entretenidas y complejas (al menos la segunda) llegando a presentar al que para muchos es el mejor Joker del cine. Tiempo después hemos sido testigos de la creación de un "Batffleck" que ha encantado a los fans del cómic y dejado mudos a aquellos que auguraban un fracaso con el bueno de Ben enfundado en el traje del Hombre Murciélago.
Pero lo que es realmente extraordinario es que Batman hace el triplete imposible: cómics, cine y videojuegos.
Spiderman es leyenda en su medio original, pero hace años que no saca un juego de sobresaliente y su carrera en el cine ha sufrido unos altibajos tremendos (más de lo que sus fans somos capaces de reconocer), los X-Men no tienen videojuegos a la altura de su excelencia y Los Vengadores, pese a estar muy de moda, son básicamente la nueva fábrica de billetes de Disney. Se puede tener uno de tres o, con mucha suerte, dos de tres, pero siempre se adolece de un medio concreto y el premio gordo no se lo había llevado nadie hasta que Rocksteady Studios creó una aventura en tercera persona protagonizada por el Caballero Oscuro de Gotham.

Sin embargo, la Trilogia Arkham debía llegar a su fin tras un genial Arkham Asylum (2009) y un Arkham City (2011) que terminaba con un suceso tremendo para la vida del álter ego de Bruce Wayne. La espera se hizo larga, con un Origins (2013) de por medio para actuar a modo de precuela alejándose del hilo argumental principal, pero finalmente los jugadores recibimos Arkham Knight en el año 2015. La crítica alabó la última obra de Rocksteady como una digna despedida de Batman en una saga que perfectamente podría haber salido en el cómic.
Sin embargo, varias menciones al excesivo uso del Batmóvil (una mecánica totalmente nueva) y la aparición de un Pase de Temporada de elevado precio echaron para atrás a unos cuantos (entre los que me incluyo) que se vieron "obligados" a esperar un tiempo hasta ver el juego a un precio asequible al riesgo (la nefasta trayectoria de la industria del videojuego estos últimos años tampoco ayudó). Hace poco se mostró una oferta del Batman: Arkham Knight junto a todo su contenido descargable por un precio muy bajo y un servidor no puedo evitar comprarlo. Tras unas semanas de juego intensivo y disfrute máximo puedo confirmar lo dicho por la crítica: El Caballero Oscuro se despide por todo lo alto.


Aunque sigue habiendo algún villano aquí y allá, la criminalidad de Gotham ha descendido considerablemente desde el experimento fallido que supuso el encierro de Arkham City. La noche de Halloween todo cambia de forma radical cuando el Espantapájaros amenaza con soltar un nuevo virus del miedo por toda la ciudad provocando un éxodo masivo que deja a la policía y los delincuentes como única población de Gotham. En el enésimo intento por salvar la ciudad que tan poco reconocimiento le ha dado, Batman se enfunda en un nuevo traje para recorrer las calles (y tejados) de Gotham enfrentando a todo criminal que se cruce en su camino mientras busca al Espantapájaros. Esta vez, por desgracia para el justiciero, el villano no trabaja solo y ha formado una alianza con la milicia del misterioso Caballero de Arkham, un nuevo enemigo (creado específicamente para este juego) que supone la antítesis del Hombre Murciélago en todos los sentidos.
El planteamiento es bastante adecuado y permite algunos giros de guión interesantes así como un añadido muy importante, divertido y de gran peso argumental a la personalidad de Batman (añadido que no se puede mencionar, ya que pese a darse al comienzo del juego no deja de ser un spoiler tremendo). Toda la partida se desarrolla en una misma noche (no hay límite de tiempo ni nada parecido), al igual que sucedía en el resto de la saga, y eso se traduce, por ejemplo, en que la ambientación sea siempre nocturna o que a nuestro personaje se le vayan acumulando las heridas y roturas en el traje (un efecto también clásico en la saga y que favorece mucho la sensación de progreso).

Arkham Knight está hecho a medida tanto de los lectores del cómic original (los easter eggs abundan y son muy buenos) como de los que no conozcan tan bien las peripecias del héroe (el argumento en sí es totalmente original), aunque sí es recomendable haber jugado como mínimo a Arkham City o conocer su desenlace. El juego te proporciona información en forma de fichas de personaje para que no te sientas perdido si no conoces a alguien y a veces el propio Batman hace algún comentario, pero todo es lo bastante sutil como para informar a los que lo necesiten sin abrumar a los que ya saben perfectamente de qué va cada villano o aliado. Esta sutileza se deja de lado en algunas partes de la segunda mitad del juego proporcionando información y referencias excesivas que destrozan la sorpresa final para la que pretenden preparar a los neófitos en el mundo de Batman y que a cualquiera que conozca un poco ciertos sucesos importantes en la trayectoria del héroe le parecerá demasiado obvia. Había medios para ir dando pistas poco a poco en vez de soltarlas todas juntas de golpe, pero bueno, al menos no empaña la calidad general de la trama y la "sorpresa" sigue siendo satisfactoria pese a perder cierto impacto.



Las misiones opcionales vuelven a tener un papel destacado proporcionando muchas horas, encuentros interesantes con personajes clásicos e incluso cambiando algunas cosas del final del juego si hemos completado todas. Todo se organiza en un menú de "Los más buscados" donde se irán sumando tareas (y fases dentro de cada una de ellas) conforme avancemos en la trama principal o patrullemos la ciudad hasta sumar un total de catorce, algunas largas y/o más difíciles que la búsqueda central del Espantapájaros y su virus. 
Hay investigación, combates y carreras (aprovechando el nuevo Batmóvil) que nos darán puntos de mejora directamente (si no hacemos estas misiones dependemos por completo de la barra de experiencia para mejorar nuestro arsenal y habilidades) y, a veces, nos permitirán luchar contra villanos famosos. Ese "a veces" me parece un fallo importante, ya que tan solo la mitad de las misiones de "Los más buscados" seguirán la estela de la saga enfrentándonos a personajes como Dos Caras o el Pingüino, ayudados en ocasiones por miembros de la Batfamilia (a los que podemos controlar en combate), mientras que la otra mitad será ir debilitando a la milicia del Caballero de Arkham. Hay una diferencia enorme entre luchar contra traficantes de armas junto a Nightwing y dedicarse a desactivar pequeños puestos de avanzada o combatir oleadas de tanques.

Los mayores quebraderos de cabeza nos los dará Riddler (no lo veremos traducido como Enigma) con la misión más larga y complicada del juego. Primero están las misiones "centrales" con carreras de obstáculos en diferentes lugares y puzzles junto a Catwoman, pero lo que viene después (o durante) es el desafío de completar 243 acertijos repartidos por todo el mapeado del juego, tanto exteriores como interiores. Hay trofeos escondidos tras pruebas y puzzles, referencias ocultas en fotos o lugares que debemos identificar, víctimas a rescatar y objetos destruibles, todo ello sin indicación alguna a no ser que vayamos interrogando a todos los informantes que Riddler ha soltado aleatoriamente por Gotham.
Incluso siguiendo alguna guía (algo que en este caso veo bastante normal, aunque para las referencias es más divertido no usarla) podemos estar muchas horas con esta misión y llevarnos más de una frustración como encontrar un acertijo que no se puede resolver sin una mejora que no tenemos o un pequeño avance extra en la trama principal de Arkham Knight. Y sí, completar todas las pruebas de Riddler también influye en el final del juego.


Respecto al escenario donde se desarrolla todo, AK ha mejorado considerablemente lo visto en sus predecesores. Si en Asylum teníamos el recinto del manicomio y en City una zona de la ciudad, esta vez tenemos cuatro islas de Gotham separadas por varios puentes (están ahí para desbloquear el uso del Batmóvil en cada isla, ya que nosotros podemos entrar planeando sin problema cuando queramos). Además, los interiores abundan y en muchos de ellos se desarrollan las misiones más interesantes, como las Alcantarillas, la Torre Wayne, los Estudios Panessa o un par de dirigibles. También está la Comisaria, último reducto de los que se niegan a abandonar su ciudad y donde se hará patente cada avance del juego como las personas que rescatemos (que irán apareciendo una a una por todo el lugar), las bandas que desarmemos (apretujándose en celdas) y los villanos importantes a los que logremos derrotar (podremos hablar con ellos en sus prisiones especiales). El diseño de la ciudad en general, así como de cada ubicación importante, es excelente y se nota mucho cuidado por parte de los responsables.
El aspecto gráfico no hace destacar únicamente el escenario, sino también a unos personajes muy carismáticos y recreados de forma libre y a la vez fiel, como un Espantapájaros que al fin da miedo o un James Gordon claramente cansado.

Si algo he echado mucho de menos son las Zonas de Depredador, esas salas enormes llenas de enemigos a los que teníamos que derribar en completo sigilo o perdíamos irremediablemente. Eran las fases más entretenidas a nivel jugable y nos obligaban a enfocar todos nuestros sentidos en la partida, una de las cosas que más busca un aficionado a los videojuegos.
En Arkham Knight existen estas fases, pero son muy pocas, en recintos pequeños y sin consecuencias graves al ser descubiertos (que nos disparen hasta perdernos de vista, nada como matar a alguien o hacer explotar una bomba). Algunas incluso son engañosas, aparentando ser zonas de sigilo hasta que nos dicen que controlemos el Batmóvil de forma remota para pegar dos cañonazos y solucionarlo todo en un segundo. Encima nos regalan el sistema de intimidación, una forma de deshacernos de media docena de enemigos a la vez siempre y cuando les pillemos por sorpresa. En definitiva, el sigilo se ha dejado muy de lado pese a tener más artilugios y medios para enfrentar Zonas de Depredador aún mayores que las de Arkham City.



No se puede dejar sin mencionar el asunto de los contenidos descargables. Más de treinta DLC tiene Arkham Knight, siendo la mayoría trajes y diseños de Batmóvil alternativos con algún minijuego de carrera y con tan solo siete añadiendo nuevas misiones en las que encarnar personajes distintos y añadir algún pequeño detalle a la trama. Cinco de estas últimas apenas nos llevarán unos minutos y seremos Harley Quinn, Catwoman, Nightwing, Red Robin o Capucha Roja intentando derrotar a cierto villano (o héroe). Si se tiene la edición del juego con todos sus contenidos son un extra interesante, pero no merece la pena adquirirlos por separado.
Los que sí tienen un poco más de calidad son uno que funciona como una especie de precuela a toda la saga, jugando como Batgirl contra el Joker (yo pensaba que era una versión libre de La Broma Asesina, pero no) y La Era de la Infamia, cuatro nuevas misiones para el juego principal con villanos ausentes durante en lanzamiento original que si se posee desde el principio queda bastante natural pero si se juega tras terminar el juego sin duda se nota que es un contenido forzado y sacado demasiado tarde. Es una auténtica pena que un Pase de Temporada sea tan caro en su estreno y el tener que descargar semejante cantidad de archivos no merezca la pena en absoluto y pueda empañar un título tan bueno.

Batman: Arkham Knight es, con sus más y sus menos, un juego excelente. Tremenda adaptación de un personaje que cada vez gana más seguidores y da alegrías a los que ya lo son, así como un videojuego de acción y aventura en tercera persona que puede rivalizar con los grandes de su género. Un lector del cómic verá muchas referencias, un fan de las peliculas encarnará al personaje que tanto le gusta y los seguidores de la Saga Arkham podrán asistir a ese digno final que parecía negado tras Origins. Incluso puede ser un buen primer contacto con la saga para algunos, aunque al terminarlo sentirán la necesidad de jugar a los anteriores para enterarse de casi todo.
Que sea el fin de la saga no significa que vayan a faltar más juegos del Hombre Murcielago, pero yo espero que lo próximo que venga no sea una adaptación de Batffleck (por mucho que me guste) o la futura Liga de la Justicia, sino algo más libre, apto para todos y con calidad de adaptación no dependiente del cine. Si Batman regresa, que no se olvide de lo que Rocksteady Studios hizo por él.


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