jueves, 31 de marzo de 2016

Grandes Mangas XVI: Tokyo Ghoul


Los manga que tiran mucho del uso de tonos oscuros y el gore no suelen ser mi preferidos. Dependen tanto del morbo que esos aspectos proporcionan a sus lectores que, al final, acaban dejando un poco de lado otras características. No entiendo muy bien cómo pueden ser llamativos únicamente por esas dos cosas, ya que considero más importante una buena trama, buenos personajes y diseños decentes. Una vez cumplidas todas esas condiciones, no hay problema con los tonos oscuros (que incluso se aplican en obras ya empezadas para dotarlas de más seriedad en los momentos críticos) o el gore, aunque con este último sí que pido una congruencia argumental que explique tanta sangría.

Cuando empecé a leer Tokyo Ghoul estaba claro que iba a centrarse en ofrecer esas dos características, pero aún no estaba seguro de si sabría llevarlas o se quedaría en el morbo más básico y poco trabajado.
Por suerte, conforme avanzaba la trama me iba enganchando más y más hasta ver la ambientación oscurecida y las escenas violentas como algo necesario para el argumento y no al revés.
Ahora, a unos pocos tomos de acabar la primera parte del manga (pues tras la publicación de Tokyo Ghoul tengo entendido  que vendrá Tokyo Ghoul: Re) puedo decir que me parece una gran obra.


El protagonista de esta historia es Ken Kaneki, un joven estudiante aficionado a la lectura que forma parte de un mundo similar al nuestro, pero con la diferencia de tener que vivir cada día con el miedo a los ghoul, una raza de seres que subsisten a base de devorar seres humanos y que, debido a su apariencia totalmente normal, pueden integrarse en la sociedad sin ser reconocidos.
Tras conseguir una cita con la chica en la que llevaba fijándose mucho tiempo, Kaneki descubre demasiado tarde que se trata de una ghoul y sobrevive a duras penas. Gravemente herido, es trasladado a un hospital y los médicos le efectúan un trasplante para salvar su vida, pero los órganos que utilizan son los de la chica que había intentando devorarlo. Así, un inocente estudiante acaba convertido en un ser único, mitad humano y mitad ghoul, convirtiéndose su vida en un infierno.

El planteamiento se aleja un poco del tópico que todos conocemos para llevar la historia a uno un poco menos usado. Kaneki no cambia para convertirse en un héroe ni adquiere grandes dones que lo ayuden a cumplir sus sueños y proteger a otros, se convierte en un ser que debe consumir carne humana para vivir, una persona desgraciada y que no encaja en ninguna parte (al ser medio humano no encaja siquiera entre los ghoul) y que debe soportar unos dilemas morales y psicológicos que van cambiando su forma de ver el mundo.
Resulta satisfactorio ir viendo que la trama no se queda ahí, sino que avanza y se renueva con algunos añadidos (nuevos personajes que pasan a tener gran importancia de inmediato) para tener al lector interesado en todo momento.


Lo que más me gusta (y considero más llamativo de la obra) es que en Tokyo Ghoul la línea que separa buenos y malos es bastante difusa. Los ghoul tienen sentimientos, ambiciones e incluso costumbres propias, así que más que monstruos inhumanos son una especie aparte que se ha colado en la cadena alimenticia para situarse justo encima del ser humano. Sí, muchos están bastante locos y son violentos, pero se da a entender que esas "inestabilidades" son más una cualidad de su especie que el fruto de una mala personalidad. Es decir, su forma de ser es "natural" porque las moralidades y derechos humanos no se aplican a ellos.
Su contraparte, los hombres y mujeres entrenados para dar caza a los ghoul, también tienen algunos problemas que los hacen diferentes a las personas normales (traumas, manías o filosofías muy radicales), por lo que puedes acabar teniendo simpatía tanto por un bando como por el otro. Es decir, que durante las peleas no estás del lado de nadie, simplemente disfrutas de ellas.

Hablando de estas últimas, me ha parecido genial la forma de diseñar las peleas en Tokyo Ghoul. Además de unas capacidades físicas superiores, los ghoul pueden desarrollar unas extremidades extra para la batalla. Son una especie de músculos (tengo entendido que en la adaptación televisiva se les da un aspecto más mágico que físico) cuya forma y uso dependen totalmente de cada individuo. No son exactamente armas, pero tampoco sirven para una simple pelea a golpes, así que se pueden presenciar algunos encuentros muy vistosos entre los personajes (destaca Kaneki, que va evolucionando poco a poco en este aspecto). Conforme avanza la obra también se extiende la información sobre estos curiosos "poderes", aunque creo que la obra se precipita al dar por supuesto que lo hemos cogido todo a la primera, ya que usan mucho cada nuevo término (que no se traduce) después de una sola explicación.


En cuanto a la calidad del dibujo y diseño de personajes Tokyo Ghoul no está nada mal, aunque quizás le haría falta usar más tonos diferentes de colores oscuros ya que en algunas páginas se sobrecargan un poco las escenas (la mayoría de personajes tienen ropa, cabello y habilidades de color totalmente negro, aunque en ocasiones es intencionado).
Los primeros capítulos tienen un dibujo algo menos profesional que el resto, como en casi todos los manga, pero va evolucionando de forma constante para que la obra haga destacar su propio estilo. Kaneki es quien adquiere mayor mejora en este sentido, pasando de ser un protagonista un poco modesto a comerse las viñetas cada vez que aparece. Algo parecido pasa con un par de personajes que se añaden al elenco en la segunda mitad de la trama (ya he mencionado que a algunos personajes nuevos se les dota de gran importancia en cuanto aparecen).

En conclusión, Tokyo Ghoul es un manga bastante bueno, con una historia madura, varios personajes y conceptos interesantes y lo que parecer ser una trayectoria bastante extensa por delante con algunos spin-off, un anime que parece haber gustado mucho y el hecho de sacar una nueva colección de manga en vez de hacer el típico salto temporal dentro de la original. Sabe aprovechar cada capítulo, por lo que no da la impresión de quedarse corto en nada pese a tener pocos tomos (14 en la primera parte), así que es una buena opción para alguien que quiera disfrutar de un manga sin tener que llenar baldas enteras con más de medio centenar de números..


No hay comentarios:

Publicar un comentario