lunes, 7 de marzo de 2016

[Análisis] Digimon Story: Cyber Sleuth (2015/2016)


Los jugadores de mi época, que disfrutamos de unos videojuegos excepcionales durante la década de los noventa (en mi caso, a finales) guardamos muy buenos recuerdos de obras como Crash Bandicoot, el dragón Spyro, Tombi o los Final Fantasy de la primera generación de Playstation, pero no se mencionan tanto otros juegazos que también tuvieron mucho peso en ese tiempo, como los Digimon World. Quizá fueron algo incomprendidos por muchos jóvenes, sobretodo el primero (anterior a cualquier anime y centrado en el tema de la crianza, además de tener una dificultad importante), pero a otros nos marcaron mucho y los hemos seguido teniendo en cuenta muchos años después cada vez que salía la más mínima información sobre otras adaptaciones de la franquicia.

El que más disfruté, aparte de la ya mencionada primera entrega, fue Digimon World 2003 (su nombre original fuera de España era Digimon World 3). Tenías un equipo con tres criaturas (de un total de ocho), combatías por turnos, había mucha exploración, diferentes ramas evolutivas y una curva de dificultad excelente. Pasé horas y horas jugando, tanto en mi casa como en la de un amigo, que también se había enganchado a este juego pese a no ser fan de la franquicia. Años después, ya por mi propia cuenta, jugué a títulos con mecánicas similares, como Digimon World Dawn/Dusk, que me llenaron casi tanto como sus antecesores clásicos.
No es de extrañar que, en cuanto se confirmó la llegada de una nueva entrega de la franquicia con lo que parecía ser esa misma jugabilidad, me ilusioné tanto que no me reconocía a mí mismo. Lo que llegó a mis manos resultó ser todo lo que había deseado.


Digimon Story: Cyber Sleuth nos presenta una historia mucho más madura e interesante de lo que aquellos ajenos a la franquicia seguramente creerían. Una historia que, por cierto, viviremos en completo inglés, ya que en nuestro país Digimon no es una franquicia con un éxito tan claro como para garantizar la inversión en traducir todo un juego. Un nivel de inglés básico y un poco de experiencia (pues la carga narrativa es considerable) es suficiente para entenderlo todo, y es probable que las buenísimas ventas y criticas que ha tenido permitan traer los siguientes títulos en varios idiomas. Europa ha demostrado que no hemos olvidado a los Digimon, y Cyber Sleuth ha estado rozando los ranking de ventas de algunos países, siendo también uno de los más valorados en la Store de Ps4/PsVita.

El juego nos traslada a un mundo donde la tecnología y los avances en realidad virtual han dado como resultado EDEN, un ciberespacio donde las personas pueden relacionarse cargando sus mentes en unos avatares físicos totalmente realistas. Algunos usan EDEN con fines puramente sociales y de ocio, mientras que otros, denominados hackers, intentan alterar el sistema y usarlo con fines menos inocentes.
Nuestro personaje (chico o chica, de nosotros depende) entra en una de las zonas menos seguras de este ciberespacio junto a un par de amigos que ha conocido en un chat, tras recibir todos ellos una misteriosa invitación. Al poco de llegar, los tres se ven envueltos en una serie de sucesos que acaban con nuestro protagonista sufriendo el ataque de un ser desconocido que rompe la unión entre su avatar y su cuerpo real.
Para resolver el misterio detrás de lo ocurrido debe confiar en sus nuevas habilidades de hackeo y en unas curiosas criaturas que muchos consideraban una leyenda urbana, los Digimon.


Esta trama principal es tan amplia y está tan bien construida que podemos estar perfectamente ante una de las mejores historias de la franquicia. Gracias a la implicación de todos los personajes, el carisma que derrochan tanto ellos como los Digimon principales, la gran cantidad de conversaciones y explicaciones (que, lejos de hacerse pesadas, son de lo que más se disfruta del juego) y algunos giros argumentales que aporta más calidad si cabe a la narración, estamos ante un juego que engancha en un sentido mucho más complejo que el de puro entretenimiento.
Además, se suman un montón de misiones secundarias, algunas simples y otras con su propia carga argumental independiente, muchas de ellas con un carácter bastante maduro y, en más de una ocasión, crítico con la cultura en la que triunfa la franquicia. Expresiones de la cultura juvenil actual (de esas que hasta los españoles hemos adquirido, como lol y lmao), obsesiones con las redes sociales e incluso un par de misiones relacionadas con la creación de muñecas sexuales a imagen y semejanza de otras mujeres.

Gracias a las habilidades de nuestro personaje, capaz de pasar del mundo real a cualquier tipo de ciberpespacio, tendremos que ir resolviendo todos estos "casos" como parte de nuestra nueva ocupación de detective (sleuth). Nuestros compañeros Digimon serán cruciales cuando tengamos que enfrentarnos a enemigos como otros Digimon rebeldes, hackers con su propio equipo o los nuevos seres de los que nace la historia central del juego. 
El sistema de entrenamiento y obtención es intuitivo y muy efectivo. Cada vez que nos crucemos con un Digimon, obtendremos un tanto por ciento de escaneo que, al sobrepasar el 100%, nos permitirá "crear" a esa criatura y hacerla nuestra para entrenarla como gustemos.


Teniendo en cuenta los contenidos descargables (unas cuantas misiones y varias criaturas, todo gratuito) podemos obtener un total de 242 Digimon, que aumentarán a 249 esta misma semana tras una nueva actualización. Todos ellos siguen la tradición de las ramas evolutivas, es decir, tienen varias opciones de evolución (y "desevolución") en función de sus estadísticas. Conseguir algunos Digimon no requerirá más que ganar experiencia y subir niveles, pero para otros habrá que tener en cuenta el desarrollo natural de estadísticas, el entrenamiento especial y otros aspectos más variables como el límite de nivel y la amistad.
Algunos, como Lucemon, pondrán a prueba nuestra paciencia y servirán para demostrar que hemos asimilado todos esos conceptos.

En nuestro equipo podremos llevar hasta once compañeros (aunque tendremos que conseguir objetos especiales para llenarlo, ya que tenemos un límite de "memoria" que se alcanza rápidamente al tener Digimon muy fuertes) mientras el resto se queda esperando en unas "granjas" o digifarms, donde seguirán ganando experiencia y podremos someterlos a entrenamientos especiales para aumentar alguna estadística concreta, crear objetos valiosos o encontrar misiones secundarias menores. Todo se realiza mientras jugamos, incluso el tiempo que tardan en terminar el entrenamiento es tiempo real de juego, por lo que el sistema es bastante dinámico.



El combate se basa en el sistema de turnos y el orden depende de la velocidad de cada criatura. Podemos usar hasta tres Digimon a la vez (el resto del equipo se queda en "reserva" y podemos ir haciendo cambios), capaces de atacar, usar habilidades especiales (una o dos únicas, el resto aprendidas mediante la subida de niveles y que se mantienen al evolucionar), protegerse, usar objetos o huir.
Es decir, el sistema JRPG de toda la vida y que sigue siendo igual de entretenido y eficaz como el primer día, al menos en mi opinión. Se agradece que aún haya empresas que apuesten por este tipo de jugabilidad, que no por ser antigua deja de ser mala y no impide en absoluto que las batallas sean muy divertidas.

Si jugamos en la máxima dificultad (tenemos Normal y Difícil) el juego nos exigirá mucho más que tener un equipo fuerte y de nivel alto. No importa si llevamos todos al 99 o nuestro grupo lo forman los Digimon más importantes, los enemigos estarán muy por encima, serán muchísimo más rápidos y tendrán estrategias capaces de acabar con nosotros de formas muy frustrantes. Más nos vale conocer bien las fortaleza y debilidades de cada uno de nuestros titulares de equipo y organizar buenos combos entre las habilidades de apoyo y las ofensivas si queremos durar.
Considero esta dificultad una gran virtud y me ha ayudado a disfrutar todavía más de Cyber Sleuth. Para el que prefiera simplemente disfrutar del juego, la dificultad Normal no deja de ser una opción excelente.



La ambientación general es bastante buena, tanto los escenarios como el sonido son acordes a la historia que se nos presenta. El mundo real se compone de diferentes barrios y zonas que iremos desbloqueando, mientras que nuestros viajes al ciberespacio nos llevarán a multitud de variantes de unas pocas zonas. No entraremos en el Mundo Digimon, al menos no al principio, pero la razón de esto se explica perfectamente y hace más seria la historia. No quedaría bien que los monstruos digitales fueran los únicos protagonistas y cargasen con todo el peso argumental, algo que ya tenemos muy visto y puede capar un poco el desarrollo de los personajes humanos.

Digimon Story: Cyber Sleuth es, en resumen, uno de los mejores juegos de este año (en Japón se estrenó el pasado 2015) para cualquier fan de la franquicia e incluso para aquellos que aún no se han decidido a internarse en el "Digimundo". Muy divertido, con una historia sobresaliente y una jugabilidad clásica que nunca se queda atrás.
Más de un centenar de horas me ha llevado mi primera partida, y aún me quedan unas pocas cosas para completarla al cien por cien, algo que no muchos títulos pueden ofrecer hoy en día a excepción de los de mundo abierto. Merece mucho la pena, y el contenido que se va sumando de forma totalmente gratuita sin duda motiva a seguir jugando.
Creo que ya podemos adelantarnos un poco y estar casi seguros de que llegarán a nuestro territorio más juegos de Digimon gracias al éxito que ha tenido Cyber Sleuth.
Quién sabe, a lo mejor ha llegado por fin una era en la que los seguidores de la franquicia en territorio europeo tengan un poco de justicia.


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