Desde que se puso a la venta en Marzo de este año, Dark Souls II se ha convertido en uno de los mejores juegos de este 2014 y uno de mis preferidos.
Un diseño soberbio de personajes y escenarios, una jugabilidad perfecta para un jugador algo experimentado y la altísima dificultad que caracteriza a la saga convierten esta segunda parte en un videojuego muy adictivo, característica que se ha visto aumentada con el anuncio de una prometedora expansión este verano.
Las Coronas Perdidas se dividirá en tres capítulos diferentes que se irán poniendo a la venta a lo largo de estos tres meses y que nos llevarán a nuevos escenarios en busca de los símbolos de poder de los tres antiguos reyes de Drangleic con el mayor aliciente posible para un jugador de Dark Souls II: Mucha más dificultad.
El primer capítulo, puesto a la venta este mes, es La Corona del Rey Hundido y nos permite adentrarnos en la antigua ciudad santuario de Shulva en busca de la vieja corona del monarca del mismo título.
Para acceder a ella tendremos que haber superado con anterioridad la horrible zona de El Desfiladero Negro y derrotado al Podrido, una exigencia que además de su necesidad argumental también se asegura de que los jugadores que comiencen la expansión sepan al menos lo que hacen.
Sin embargo, aún habiendo cumplido los requisitos para acceder a las nuevas zonas incluso el más experimentado jugador de Dark Souls II será puesto a prueba por nuevos enemigos, trampas y un par de jefes finales verdaderamente frustrantes. Eso sí, las recompensas a nivel jugable y argumental están a la altura, como una nueva espada que se fragmenta al atacar, una armadura completa que combina a la perfección protección y movilidad, un par de nuevos hechizos y, obviamente, la primera de las tres coronas que dan título a la expansión.
Ninguna de estas novedades descompensan el juego principal ni lo hacen más fácil por muy buenas que sean, Dark Souls siempre ha estado bastante cubierto en ese sentido.
Lo primero que nos llama la atención de Shulva es que la ambientación no se parece a nada que nuestro no muerto protagonista haya visto antes. La ciudad se encuentra construida a gran profundidad (está por debajo del Desfiladero Negro, una zona que ya de por sí nos lleva a las entrañas de la tierra) en torno a una enorme pirámide donde antaño se rendía culto a un poderoso dragón y en la que tendremos que adentrarnos para cumplir nuestro cometido.
En la zona exterior nos encontraremos con los primeros enemigos exclusivos de la zona, una especie de guerreros no muertos fuertemente armados y una desesperante versión móvil de esas estatuas que nos escupían veneno durante nuestro periplo por el Desfiladero. Una vez superados podremos acceder a la gran pirámide, El Santuario del Dragón, y encararnos con los auténticos pesos pesados de Shulva.
Los jefes de esta expansión serán dos y los enfrentaremos prácticamente de seguido (aunque se nos permitirá descansar en una hoguera entre uno y otro). Será necesario invocar a otros personajes para solicitar su ayuda e incluso a otros jugadores que ya tengan algo de experiencia en estas duras batallas, sobretodo contra el último jefe y custodio de La Corona Perdida que, aparte de tener una dificultad infernal, nos dará un combate muy épico y difícil de olvidar.
Pero si alguien está tan loco como para seguir buscando nuevos retos puede estar tranquilo, ya que se ha incluido una mazmorra y un jefe completamente opcionales que serán la delicia del más masoquista. Se llama Cueva de los Muertos y además de los enemigos normales tiene tres "guardianes", contra los cuales no es que sea recomendable pedir ayuda, sino que el propio juego nos insta a ello si no queremos ser derrotados en cuestión de segundos.
La Corona del Rey Hundido cumple todo lo que prometía y nos sirve de excelente adelanto a los siguientes capítulos de Las Coronas Perdidas: La Corona del Viejo Rey de Hierro y La Corona del Rey Marfil.
En la época de los micropagos y las expansiones engañosas que se anuncian antes que el propio juego, los desarrolladores de la saga Dark Souls han sabido mantenerse fieles a los jugadores y han ofrecido unos complementos perfectos para el gran juego del año.
La Corona del Rey Hundido cumple todo lo que prometía y nos sirve de excelente adelanto a los siguientes capítulos de Las Coronas Perdidas: La Corona del Viejo Rey de Hierro y La Corona del Rey Marfil.
En la época de los micropagos y las expansiones engañosas que se anuncian antes que el propio juego, los desarrolladores de la saga Dark Souls han sabido mantenerse fieles a los jugadores y han ofrecido unos complementos perfectos para el gran juego del año.
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