La segunda generación de videojuegos Pokémon ha sido siempre mi preferida. Johto era una región genial con sus nuevas especies, unos muy carismáticos líderes de gimnasio y el siempre valorado hecho de que, una vez superada la Liga Pokémon, se nos permitía volver a la región anterior. Aún conociendo perfectamente las diferencias entre los videojuegos y el manga tenía grandes esperanzas puestas en este nuevo arco argumental, tanto por las razones ya mencionadas como por el hecho de que se daba continuación a la trama de los anteriores (Rojo, Verde y Azul y Amarillo).
Debo reconocer que el primero de los cuatro tomos que componen la saga de Oro, Plata y Cristal no me dejó tan buen sabor de boca como esperaba debido a que Oro, el protagonista, no me llegó a convencer con la primera impresión. Sin embargo, esta parte del manga resulta ser la que más va mejorando conforme avanza la trama y al final tanto Oro como su historia se han convertido en mis preferidas de entre las que ya ha publicado Norma Editorial de esta adaptación sobre una de las franquicias más populares del mundo.
Muchos consideran que estamos en el año de Pokémon Go o que la franquicia no remontará hasta noviembre, cuando salga la nueva generación, pero para los españoles hay una razón mucho mayor que considerar para llamar a 2016 el año de Pokémon. Estamos recibiendo mes a mes nuevos tomos de un manga realmente extraordinario.
Como se puede deducir del título, el arco de Oro, Plata y Cristal recupera el formato de tres protagonistas que tuvimos al principio. El incomparable Rojo y sus amigos Azul y Verde se ven sustituidos por tres nuevos entrenadores que, aunque sirven en parte como sucesores del trío principal, también poseen suficiente carisma y una historia de calidad que les concede mucho valor como personajes originales. Oro, un chico que ha pasado toda su vida rodeado de Pokémon, emprende la persecución de Plata, el ladronzuelo que se ha llevado uno de los iniciales del Profesor Elm y cuyas intenciones son un misterio. Cristal, por su parte, es una de las elegidas por el Profesor Oak para portar la Pokédex debido a su gran talento como capturadora de Pokémon.
La forma de conocerse de los protagonistas masculinos es casi idéntica a la de los videojuegos de segunda generación, tanto que se siente una punzada de nostalgia al leer los primeros capítulos del manga. Con Cristal pasa algo parecido, ya que sirve para introducir personajes y tramas relacionadas con el juego que lleva su nombre (los perros legendarios, Eusine....), además de ser uno de los mejores personajes de la saga, en mi opinión. Se nota la evolución y madurez que va ganando el manga desde el primer arco argumental, ya que los personajes están mejor construidos y la historia no se queda únicamente en la obtención de medallas o en superar la Liga (es más, apenas aborda este tema). Además, la trama se desarrolla de forma que los personajes antiguos puedan volver sin que quede forzado, como si cada saga fuera parte de un todo (que es precisamente lo que sucede).
Como ya he dicho al principio, Oro era un personaje que no me gustaba, es más, me resultaba bastante aburrido en los primeros capítulos. Sin embargo, a partir del tercer tomo (el segundo está dedicado por entero a Cristal, así que no aparece) empieza a mejorar muchísimo hasta que en el final del cuarto pasa a protagonizar algunas escenas realmente épicas. Lo mejor es que se nota que aún no ha alcanzado el máximo como personaje, algo que sucederá en cierta batalla que todos conocemos y recordamos con cariño que tendrá lugar algunas sagas después (o eso imagino, hay varias pistas que conducen a ello). Lo mismo se puede decir de su rival si conocemos la historia secreta de Plata gracias a los videojuegos y cierto evento de la cuarta generación. Hay mucho futuro para los protas de esta saga y eso hace que sea aún más atractiva.
En general, Oro, Plata y Cristal mantiene la excelencia general de la publicación del manga Pokémon mejorando en muchas cosas como la trama y algún detalle de los personajes, así como en el dibujo, ya que en el segundo tomo se realiza un cambio de dibujante (como ya expliqué al hablar de Negro y Blanco) que le sienta muy bien tanto a los personajes como a las criaturas que dan nombre a la historia.
Ahora toca esperar a final de mes para comenzar el arco de Rubí y Zafiro, así como el de XY, que ha sido anunciado recientemente por Norma, pero no voy a mentir, después de esto tengo unas ganas locas que pasen las generaciones para que llegue Oro HeartGold y Plata SoulSilver.
Debo reconocer que el primero de los cuatro tomos que componen la saga de Oro, Plata y Cristal no me dejó tan buen sabor de boca como esperaba debido a que Oro, el protagonista, no me llegó a convencer con la primera impresión. Sin embargo, esta parte del manga resulta ser la que más va mejorando conforme avanza la trama y al final tanto Oro como su historia se han convertido en mis preferidas de entre las que ya ha publicado Norma Editorial de esta adaptación sobre una de las franquicias más populares del mundo.
Muchos consideran que estamos en el año de Pokémon Go o que la franquicia no remontará hasta noviembre, cuando salga la nueva generación, pero para los españoles hay una razón mucho mayor que considerar para llamar a 2016 el año de Pokémon. Estamos recibiendo mes a mes nuevos tomos de un manga realmente extraordinario.
La forma de conocerse de los protagonistas masculinos es casi idéntica a la de los videojuegos de segunda generación, tanto que se siente una punzada de nostalgia al leer los primeros capítulos del manga. Con Cristal pasa algo parecido, ya que sirve para introducir personajes y tramas relacionadas con el juego que lleva su nombre (los perros legendarios, Eusine....), además de ser uno de los mejores personajes de la saga, en mi opinión. Se nota la evolución y madurez que va ganando el manga desde el primer arco argumental, ya que los personajes están mejor construidos y la historia no se queda únicamente en la obtención de medallas o en superar la Liga (es más, apenas aborda este tema). Además, la trama se desarrolla de forma que los personajes antiguos puedan volver sin que quede forzado, como si cada saga fuera parte de un todo (que es precisamente lo que sucede).
Como ya he dicho al principio, Oro era un personaje que no me gustaba, es más, me resultaba bastante aburrido en los primeros capítulos. Sin embargo, a partir del tercer tomo (el segundo está dedicado por entero a Cristal, así que no aparece) empieza a mejorar muchísimo hasta que en el final del cuarto pasa a protagonizar algunas escenas realmente épicas. Lo mejor es que se nota que aún no ha alcanzado el máximo como personaje, algo que sucederá en cierta batalla que todos conocemos y recordamos con cariño que tendrá lugar algunas sagas después (o eso imagino, hay varias pistas que conducen a ello). Lo mismo se puede decir de su rival si conocemos la historia secreta de Plata gracias a los videojuegos y cierto evento de la cuarta generación. Hay mucho futuro para los protas de esta saga y eso hace que sea aún más atractiva.
En general, Oro, Plata y Cristal mantiene la excelencia general de la publicación del manga Pokémon mejorando en muchas cosas como la trama y algún detalle de los personajes, así como en el dibujo, ya que en el segundo tomo se realiza un cambio de dibujante (como ya expliqué al hablar de Negro y Blanco) que le sienta muy bien tanto a los personajes como a las criaturas que dan nombre a la historia.
Ahora toca esperar a final de mes para comenzar el arco de Rubí y Zafiro, así como el de XY, que ha sido anunciado recientemente por Norma, pero no voy a mentir, después de esto tengo unas ganas locas que pasen las generaciones para que llegue Oro HeartGold y Plata SoulSilver.
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