Nunca me arrepiento de adquirir cada nuevo tomo que sale para las series de manga que llevo siguiendo desde hace años, valoro mucho cada una de ellas y han sido escogidas por razones de suficiente peso como para no dejar de gustarme nunca. Sin embargo, con Fairy Tail he tenido algunos momentos de duda, llegando a retrasar la adquisición de un par de números al no estar seguro de si merecía la pena seguir llevándola al día. Algunos arcos argumentales poco consistentes y la sensación de que el autor deja cosas a medias pensando en la adaptación televisiva me quitaban un poco la ilusión por este manga juvenil que tan buenas intenciones tenía en sus comienzos.
Incluso se me pasó por la cabeza el no seguir adquiriendo los tomos y dejar la serie a medias. Fue un pensamiento bastante fugaz y no muy racional, pero sin duda preocupante en alguien tan obsesivo con tener las series completas como soy yo. Por suerte, seguí adquiriendo las novedades de Fairy Tail,