Los manga que tiran mucho del uso de tonos oscuros y el gore no suelen ser mi preferidos. Dependen tanto del morbo que esos aspectos proporcionan a sus lectores que, al final, acaban dejando un poco de lado otras características. No entiendo muy bien cómo pueden ser llamativos únicamente por esas dos cosas, ya que considero más importante una buena trama, buenos personajes y diseños decentes. Una vez cumplidas todas esas condiciones, no hay problema con los tonos oscuros (que incluso se aplican en obras ya empezadas para dotarlas de más seriedad en los momentos críticos) o el gore, aunque con este último sí que pido una congruencia argumental que explique tanta sangría.
Cuando empecé a leer Tokyo Ghoul estaba claro que iba a centrarse en ofrecer esas dos características, pero aún no estaba seguro de si sabría llevarlas o se quedaría en el morbo más básico y poco trabajado.