Hay muchos factores determinantes a la hora de explicar por qué los videojuegos de rol desarrollados por Bioware tienen tantísimo éxito. Tienen historias épicas, ambientaciones de ensueño, jugabilidad asequible y muchas otras virtudes, pero sin duda, la mayor de todas ellas es el papel que tienen los personajes que nos acompañan.
Su carisma e importancia en la mayoría de situaciones los convierte en portadores de mayor protagonismo que la propia historia o nuestro personaje principal. Podemos charlar con ellos, conocer sus más oscuros secretos, crear amistades, rivalidades o romances, y a veces incluso nos darán un par de lecciones sobre nuestra forma de jugar.
Teniendo en cuenta que en estos juegos se realizan numerosas decisiones morales y nos obligan a cuestionarnos ciertos ideales, el hecho de que nuestros ficticios compañeros nos hagan cambiar de opinión refleja lo extraordinarios que son (aunque algo limitados por los inevitables estereotipos).
Pese a que en juegos como Caballeros de la Antigua República o Mass Effect tenemos compañeros excelentes, creo que los de la saga Dragon Age alcanzan un nivel mucho más alto y satisfactorio a la hora de llevar a cabo sus funciones. Son el punto central de la trilogía, y sin ellos probablemente los juegos serían bastante peores.
Aunque son muchos (más de treinta sumando todos los juegos y expansiones), he reducido mi lista de favoritos a los cinco compañeros que llevo más a menudo conmigo durante mis aventuras en el mundo de Dragon Age y cuyas historias personales me resultan más originales e interesantes.
Su carisma e importancia en la mayoría de situaciones los convierte en portadores de mayor protagonismo que la propia historia o nuestro personaje principal. Podemos charlar con ellos, conocer sus más oscuros secretos, crear amistades, rivalidades o romances, y a veces incluso nos darán un par de lecciones sobre nuestra forma de jugar.
Teniendo en cuenta que en estos juegos se realizan numerosas decisiones morales y nos obligan a cuestionarnos ciertos ideales, el hecho de que nuestros ficticios compañeros nos hagan cambiar de opinión refleja lo extraordinarios que son (aunque algo limitados por los inevitables estereotipos).
Pese a que en juegos como Caballeros de la Antigua República o Mass Effect tenemos compañeros excelentes, creo que los de la saga Dragon Age alcanzan un nivel mucho más alto y satisfactorio a la hora de llevar a cabo sus funciones. Son el punto central de la trilogía, y sin ellos probablemente los juegos serían bastante peores.
Aunque son muchos (más de treinta sumando todos los juegos y expansiones), he reducido mi lista de favoritos a los cinco compañeros que llevo más a menudo conmigo durante mis aventuras en el mundo de Dragon Age y cuyas historias personales me resultan más originales e interesantes.
"Obviamente, a partir de aquí se desvelan numerosos detalles de la trama de Dragon Age"
5- Fenris (Dragon Age 2)
La nación de Tevinter es conocida por ser la única que aún permite la esclavitud y por el poder y crueldad de sus magos (al fin y al cabo, la cultura popular dice que fueron los antiguos magos de Tevinter quienes llevaron la oscuridad al mundo). Uno de los mejores ejemplos de la maldad Tevinterana era el mago Danarius, famoso por ser extremadamente cruel con sus esclavos.
Un día decidió hacer un experimento con uno de ellos, un joven elfo al que marco por todo el cuerpo con tatuajes de lirio, la más peligrosa y dañina de las sustancias mágicas. El dolor y el trauma fueron tan insoportables que el esclavo elfo perdió todos sus recuerdos, por lo que Danarius le puso otro nombre mucho más acorde a su nuevo y temible aspecto, Fenris (pequeño lobo).
En Dragon Age 2 conocemos a un Fenris fugado en busca de venganza contra su amo, sus perseguidores y prácticamente todo el que se interponga en su camino. Su experiencia en Tevinter ha hecho florecer en él un intenso odio hacia los magos, lo que causa bastante descontento entre algún que otro compañero y puede inclinar la balanza en muchas de nuestras decisiones importantes.
Con tiempo, podremos forjar una buena relación con él (de amistad o rivalidad, ya que valora por igual ambas cosas) y ayudarle a recuperar sus recuerdos.
Irónicamente, aquello que más odia y la causa de su amnesia es la razón de que sea uno de los compañeros más poderosos y con uno de los planteamientos más interesante de la saga. Sus tatuajes de lirio le dotan de habilidades únicas, como atravesar la materia (los cuerpos de sus enemigos, principalmente) o resistir la magia.
El destino de Fenris depende de nuestras decisiones a lo largo del juego (como con la mayoría de personajes), aunque sin duda mi preferido es en el que se libera definitivamente de sus cadenas y se convierte en un cazador de esclavistas.
Me encantaría volver a verlo en la saga, participando en algún DLC de Inquisition, ya que tanto en historia como en habilidades, es un personaje increíble.
Un día decidió hacer un experimento con uno de ellos, un joven elfo al que marco por todo el cuerpo con tatuajes de lirio, la más peligrosa y dañina de las sustancias mágicas. El dolor y el trauma fueron tan insoportables que el esclavo elfo perdió todos sus recuerdos, por lo que Danarius le puso otro nombre mucho más acorde a su nuevo y temible aspecto, Fenris (pequeño lobo).
En Dragon Age 2 conocemos a un Fenris fugado en busca de venganza contra su amo, sus perseguidores y prácticamente todo el que se interponga en su camino. Su experiencia en Tevinter ha hecho florecer en él un intenso odio hacia los magos, lo que causa bastante descontento entre algún que otro compañero y puede inclinar la balanza en muchas de nuestras decisiones importantes.
Con tiempo, podremos forjar una buena relación con él (de amistad o rivalidad, ya que valora por igual ambas cosas) y ayudarle a recuperar sus recuerdos.
Irónicamente, aquello que más odia y la causa de su amnesia es la razón de que sea uno de los compañeros más poderosos y con uno de los planteamientos más interesante de la saga. Sus tatuajes de lirio le dotan de habilidades únicas, como atravesar la materia (los cuerpos de sus enemigos, principalmente) o resistir la magia.
El destino de Fenris depende de nuestras decisiones a lo largo del juego (como con la mayoría de personajes), aunque sin duda mi preferido es en el que se libera definitivamente de sus cadenas y se convierte en un cazador de esclavistas.
Me encantaría volver a verlo en la saga, participando en algún DLC de Inquisition, ya que tanto en historia como en habilidades, es un personaje increíble.
4- Morrigan (Dragon Age Origins)
La bruja de la espesura, la hija de la legendaria Flemeth y, en función de nuestras decisiones al final de Dragon Age Origins, la madre de un antiguo dios renacido. Morrigan es uno de esos personajes que podría cargar con toda la historia sin mucho esfuerzo.
Al poco de comenzar la primera entrega de Dragon Age, esta joven y mordaz hechicera se une a nuestro grupo para, supuestamente, conocer el mundo más allá de su salvaje hogar. Aunque es una persona difícil de comprender (y de aguantar), poco a poco iremos penetrando la dura coraza tras la cual se esconde y comprender un poco su forma de ser.
Tras unas cuantas aventuras a nuestro lado, Morrigan hará un terrible descubrimiento sobre sus orígenes y su "madre", llevándonos a uno de los combates más difíciles de todo el juego.
Sin embargo, el alcance de su importancia en el argumento general de la saga es mucho mayor de lo que parece. Justo antes de la batalla final de Origins, se nos revela que aquel que logre matar al poderoso Archidemonio deberá dar su vida a cambio, estando entre las personas a "sacrificar" uno de nuestros compañeros o nosotros mismos. Por alguna razón, Morrigan conoce ese secreto y nos propone una solución alternativa.
Si la noche antes de la batalla final nuestro personaje se acuesta con Morrigan en un ritual secreto, ella será capaz de absorber en su vientre la energía del Archidemonio en el momento de su muerte e impedir nuestro sacrificio. Si aceptamos, se irá para siempre de nuestro lado y, durante la escena final, escucharemos rumores sobre ella y su extraño bebé...
Por suerte, Morrigan era un personaje tan importante que resultaba imposible no volverlo a ver. Primero fue en el último DLC de Origins (argumentalmente hablando), Caza de Brujas. Al final de esta corta historia, la bruja se dispone a cruzar un portal mágico y nos da la opción de acompañarla (suponiendo que nuestro personaje fuese el mismo que se acostó con ella para evitar el sacrificio).
Varios años después aparece representando el papel de asesora personal de la emperatriz del reino de Orlais, fingiendo ser una simple hechicera.
Por suerte, su actuación esta lejos de decepcionar, y Morrigan vuelve a tener un papel crucial en el desarrollo final de la trama.
Al poco de comenzar la primera entrega de Dragon Age, esta joven y mordaz hechicera se une a nuestro grupo para, supuestamente, conocer el mundo más allá de su salvaje hogar. Aunque es una persona difícil de comprender (y de aguantar), poco a poco iremos penetrando la dura coraza tras la cual se esconde y comprender un poco su forma de ser.
Tras unas cuantas aventuras a nuestro lado, Morrigan hará un terrible descubrimiento sobre sus orígenes y su "madre", llevándonos a uno de los combates más difíciles de todo el juego.
Sin embargo, el alcance de su importancia en el argumento general de la saga es mucho mayor de lo que parece. Justo antes de la batalla final de Origins, se nos revela que aquel que logre matar al poderoso Archidemonio deberá dar su vida a cambio, estando entre las personas a "sacrificar" uno de nuestros compañeros o nosotros mismos. Por alguna razón, Morrigan conoce ese secreto y nos propone una solución alternativa.
Si la noche antes de la batalla final nuestro personaje se acuesta con Morrigan en un ritual secreto, ella será capaz de absorber en su vientre la energía del Archidemonio en el momento de su muerte e impedir nuestro sacrificio. Si aceptamos, se irá para siempre de nuestro lado y, durante la escena final, escucharemos rumores sobre ella y su extraño bebé...
Por suerte, Morrigan era un personaje tan importante que resultaba imposible no volverlo a ver. Primero fue en el último DLC de Origins (argumentalmente hablando), Caza de Brujas. Al final de esta corta historia, la bruja se dispone a cruzar un portal mágico y nos da la opción de acompañarla (suponiendo que nuestro personaje fuese el mismo que se acostó con ella para evitar el sacrificio).
Varios años después aparece representando el papel de asesora personal de la emperatriz del reino de Orlais, fingiendo ser una simple hechicera.
Por suerte, su actuación esta lejos de decepcionar, y Morrigan vuelve a tener un papel crucial en el desarrollo final de la trama.
3- Cassandra Pentaghast (Dragon Age Inquisition)
Sin duda alguna, Cassandra es uno de los mejores personajes femeninos que he visto en un videojuego.
Es honesta, directa y muy segura, pero sin dejar de lado una faceta infantil y romántica que se esfuerza por esconder. Se comporta como debería hacerlo una guerrera de verdad, sin armaduras escotadas o larga melena al viento, una actitud que explica perfectamente durante una conversación de Inquisition y deja aún más claro lo estúpido del diseño sexista de la mayoría de mujeres guerreras en los videojuegos. Sus rasgo más característico son las cicatrices de su rostro, otro detalle inusual para su sexo en la mayoría de medios.
Bioware se coronó creando a este personaje, y a la industria del cine y los videojuegos no les vendría mal tomar ejemplo.
Nuestro primer "contacto" con Cassandra es durante Dragon Age 2 (aunque el protagonista de esta segunda entrega nunca llega a estar cara a cara con ella), protagonizando las escenas narrativas junto a Varric y esperando conocer toda la historia sobre el comienzo de la guerra entre magos y templarios, así como la localización del Campeón (prota de DA2).
Sin embargo, es en Dragon Age Inquisition donde podemos conocerla a fondo, ya que es nuestro primer compañero en el juego y uno de los más importantes (y poderosos, todo sea dicho), convirtiéndose en la precursora del renacimiento de la Inquisicón.
Entrenada en la orden de los Buscadores de la Capilla, Cassandra ha sido dotada de una gran fortaleza de espíritu y corazón, haciéndola inmune a la posesiones demoníacas y el control mágico, aunque ni siquiera el estricto (y mortalmente peligroso) entrenamiento han apaciguado su personalidad impulsiva y fácilmente irritable.
Su personalidad y maneras poco sutiles de actuar no deben ser malinterpretadas, ya que Cassandra es un personaje que siempre se preocupa por hacer lo correcto para el mundo y no tiene reparos en cargar con las responsabilidades que otros rechazarían.
2- Varric Tethras (Dragon Age 2, Dragon Age Inquisition)
Nuestro comportamiento, nuestros orígenes y nuestras decisiones pueden desembocar en relaciones de todo tipo con nuestros compañeros de la trilogía de Dragon Age. Podemos hacer rivales, tener amoríos, ganarnos fieles compañeros de batalla e incluso enemistarnos a muerte, pero con Varric todo funciona de manera diferente. En el instante en el que aparece, antes siquiera de conocerlo de verdad, Varric es un amigo, y hace falta ser muy estúpidos e irracionales para que no siga siéndolo durante las cientos de aventuras que lo tendremos a nuestro lado (aunque es completamente imposible que abandone el grupo de personajes, pase lo que pase).
Comerciante, pícaro, espía, mentiroso, escritor, bromista....resulta muy curioso que un enano con tantos títulos infames tenga una moralidad tan ejemplar e imperturbable. Varric es muchas cosas, pero ante todo es buena persona (o buen enano).
Este "pecho lobo" y su fiel ballesta Bianca se unen al grupo de Dragon Age 2 al poco de empezar el juego, y enseguida hace buenas migas con todos, siendo capaz de bromear incluso con los más serios (no se corta un pelo ni siquiera con Fenris). También es el narrador de todos los sucesos del juego, ya que en realidad lo que estamos jugando es un flashback suyo que va reviviendo durante el interrogatorio de Cassandra.
Aunque se mantiene serio y chistoso, para Varric todo lo ocurrido durante el comienzo del conflicto entre magos y templarios implica mucha tristeza, pues ha visto como uno de sus amigos empezaba la guerra y otro se veía obligado a desaparecer para poder vivir en paz.
En Inquisition, Varric sigue estando cautivo y acompaña a Cassandra en todos sus viajes, ya que la Buscadora está segura que el enano sabe mucho más de lo que cuenta, y no se equivoca.
Su única razón para seguir luchando y no huir de todo es que sería incapaz de quedarse sin hacer nada mientras el mundo entero sufre con la guerra y la nueva amenaza de los demonios. Una razon extraordinariamente noble comparada con las del resto de acompañantes del juego y que demuestra, una vez más, que Varric es un hombre muchísimo más grande lo que parece a simple vista.
Comerciante, pícaro, espía, mentiroso, escritor, bromista....resulta muy curioso que un enano con tantos títulos infames tenga una moralidad tan ejemplar e imperturbable. Varric es muchas cosas, pero ante todo es buena persona (o buen enano).
Este "pecho lobo" y su fiel ballesta Bianca se unen al grupo de Dragon Age 2 al poco de empezar el juego, y enseguida hace buenas migas con todos, siendo capaz de bromear incluso con los más serios (no se corta un pelo ni siquiera con Fenris). También es el narrador de todos los sucesos del juego, ya que en realidad lo que estamos jugando es un flashback suyo que va reviviendo durante el interrogatorio de Cassandra.
Aunque se mantiene serio y chistoso, para Varric todo lo ocurrido durante el comienzo del conflicto entre magos y templarios implica mucha tristeza, pues ha visto como uno de sus amigos empezaba la guerra y otro se veía obligado a desaparecer para poder vivir en paz.
En Inquisition, Varric sigue estando cautivo y acompaña a Cassandra en todos sus viajes, ya que la Buscadora está segura que el enano sabe mucho más de lo que cuenta, y no se equivoca.
Su única razón para seguir luchando y no huir de todo es que sería incapaz de quedarse sin hacer nada mientras el mundo entero sufre con la guerra y la nueva amenaza de los demonios. Una razon extraordinariamente noble comparada con las del resto de acompañantes del juego y que demuestra, una vez más, que Varric es un hombre muchísimo más grande lo que parece a simple vista.
1- Anders (Dragon Age Awakening, Dragon Age 2)
Nunca tendré ninguna duda respecto a Anders y lo mucho que me gusta, por encima de cualquier otro personaje de Dragon Age. Todo lo dicho en los cuatro anteriores compañeros es aplicable a éste, con la diferencia de que Anders junta todas y cada una de esas virtudes para dar como resultado algo único.
Cometió uno de los actos más crueles y con peores consecuencias de la historia de la trilogía, y pese a ello, es imposible tildarlo de malo o villano. Anders es el resultado de las políticas y la cultura de su mundo, es la gota que colma un vaso que han llenado otros deliberadamente y es, sobretodo, la cara oculta de una revolución.
Cuando un niño comienza a desarrollar poder mágico, las leyes de la Capilla dictan que debe ser llevado inmediatamente a un Circulo de Hechiceros para ser vigilado y controlado, aislándolo del mundo real y llenando su cabeza de ideas ajenas. Sin embargo, Anders fue llevado a un Circulo siendo ya adolescente, por lo que conocía perfectamente el mundo del que le apartaban y había desarrollado una conciencia y personalidad propias. El concepto de libertad no le era indiferente.
Durante años, intentó en vano escapar de esa prisión que todos los demás veían necesaria e incluso acogedora, sufriendo largos confinamientos en solitario y ganándose un trato aún peor de sus captores templarios. Pero el joven mago nunca perdió la sonrisa ni el deseo de libertad.
En la expansión del primer juego, Awakening, nos encontramos a Anders en uno de sus últimos intentos por escapar, pudiendo convertirlo en uno de nuestros compañeros. Sin darnos cuenta, Anders comienza a forjar una relación de complicidad con otro de nuestros aliados, el espíritu de la Justicia.
En Dragon Age 2, nuestro campeón se alía con Anders para viajar a los Caminos de las Profundidades (pues en Awakening convertimos al mago en Guardia Gris, únicas personas capaces de orientarse en esos túneles subterráneos). En su tiempo libre, el mago trabaja como curandero, ayudando a los más necesitados con sus poderes mágicos, pero también investigando el trato que los templarios dan a los magos.
Durante uno de sus arrebatos, descubrimos que en el interior de Anders vive el espíritu Justicia, ya que la personalidad de ambos es compatible y han acabado por hacerse grandes amigos, aunque poco a poco la delgada linea que los separa va difuminándose.
El maltrato que sufren los magos, la opresión y torturas incansables por parte de los templarios y la desconfianza y miedo hacia todo lo sobrenatural que se intenta inculcar en la sociedad comienzan a hacer mella en Anders (que ya guarda bastante odio dentro debido a su traumática experiencia) y, por tanto, en Justicia, que comienza a transformarse en su contraparte demoníaca, el espíritu de la Venganza.
Justo cuando el conflicto entre cautivos y captores está en su punto álgido, una terrible explosión borra del mapa la Capilla de la ciudad de Kirkwall, matando a la Suma Sacerdotisa y a cientos de personas más. Es el mensaje de Anders al mundo entero, pidiendo a los magos que se rebelen y avisando a los templarios de que nadie tiene derecho a oprimir a los demás.
Tras semejante atentado, el mago desaparece, pero las consecuencias no. Así comienza la gran guerra entre magos y templarios, el conflicto más terrible y con más repercusión de Dragon Age.
Cometió uno de los actos más crueles y con peores consecuencias de la historia de la trilogía, y pese a ello, es imposible tildarlo de malo o villano. Anders es el resultado de las políticas y la cultura de su mundo, es la gota que colma un vaso que han llenado otros deliberadamente y es, sobretodo, la cara oculta de una revolución.
Cuando un niño comienza a desarrollar poder mágico, las leyes de la Capilla dictan que debe ser llevado inmediatamente a un Circulo de Hechiceros para ser vigilado y controlado, aislándolo del mundo real y llenando su cabeza de ideas ajenas. Sin embargo, Anders fue llevado a un Circulo siendo ya adolescente, por lo que conocía perfectamente el mundo del que le apartaban y había desarrollado una conciencia y personalidad propias. El concepto de libertad no le era indiferente.
Durante años, intentó en vano escapar de esa prisión que todos los demás veían necesaria e incluso acogedora, sufriendo largos confinamientos en solitario y ganándose un trato aún peor de sus captores templarios. Pero el joven mago nunca perdió la sonrisa ni el deseo de libertad.
En la expansión del primer juego, Awakening, nos encontramos a Anders en uno de sus últimos intentos por escapar, pudiendo convertirlo en uno de nuestros compañeros. Sin darnos cuenta, Anders comienza a forjar una relación de complicidad con otro de nuestros aliados, el espíritu de la Justicia.
En Dragon Age 2, nuestro campeón se alía con Anders para viajar a los Caminos de las Profundidades (pues en Awakening convertimos al mago en Guardia Gris, únicas personas capaces de orientarse en esos túneles subterráneos). En su tiempo libre, el mago trabaja como curandero, ayudando a los más necesitados con sus poderes mágicos, pero también investigando el trato que los templarios dan a los magos.
Durante uno de sus arrebatos, descubrimos que en el interior de Anders vive el espíritu Justicia, ya que la personalidad de ambos es compatible y han acabado por hacerse grandes amigos, aunque poco a poco la delgada linea que los separa va difuminándose.
El maltrato que sufren los magos, la opresión y torturas incansables por parte de los templarios y la desconfianza y miedo hacia todo lo sobrenatural que se intenta inculcar en la sociedad comienzan a hacer mella en Anders (que ya guarda bastante odio dentro debido a su traumática experiencia) y, por tanto, en Justicia, que comienza a transformarse en su contraparte demoníaca, el espíritu de la Venganza.
Justo cuando el conflicto entre cautivos y captores está en su punto álgido, una terrible explosión borra del mapa la Capilla de la ciudad de Kirkwall, matando a la Suma Sacerdotisa y a cientos de personas más. Es el mensaje de Anders al mundo entero, pidiendo a los magos que se rebelen y avisando a los templarios de que nadie tiene derecho a oprimir a los demás.
Tras semejante atentado, el mago desaparece, pero las consecuencias no. Así comienza la gran guerra entre magos y templarios, el conflicto más terrible y con más repercusión de Dragon Age.
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