Si aún quedan aficionados a los videojuegos que ignoren la Saga Bioshock cualquier excusa ha quedado definitivamente invalidada con el lanzamiento que ha pegado fuerte durante todo este año que se nos acaba.
Bioshock Infinite, tercera y última parte de la saga, se convirtió rápidamente en uno de los videojuegos más queridos y valorados del 2013, en parte por su nivel gráfico y su diseño pero sobretodo por su argumento y un personaje inolvidable: Elizabeth.
Con una presentación que no deja indiferente, Infinite se ha ganado un puesto junto a sus antecesores.