No me gusta mucho el anime en general,
al menos no en los términos que se considerarían hoy en día con tanta
gente viendo adaptaciones televisivas de cualquier manga independientemente de
que sean "frikis" o no. Mi afición al medio escrito y dibujado
no tiene nada que ver con que me pueda o no gustar el anime (aunque la creencia
popular diga lo contrario), es más, no me gusta nada ver animes sacados
directamente de un manga. He visto varios animes por curiosidad o épocas de
aburrimiento y apenas hay tres o cuatro que guarde con cariño y siga viendo a
día de hoy, siendo uno de adaptación y el resto un poco más libres.
Precisamente me interesa hablar de uno de estos últimos, uno de los animes más
populares, queridos y significativos para la infancia y juventud de muchos: Digimon.
Soy muy fan de Digimon, de sus videojuegos,
sus series de televisión, el poco lore al que los españoles tenemos acceso y si
el manga fuese publicado en nuestro país estoy totalmente seguro de que
también sería fan de ese medio. Es obvio que influye el haber pasado toda mi
infancia viendo sus primeras temporadas de anime en televisión y haber tenido
el gusto de jugar a obras como los Digimon
World, pero incluso siendo ya adulto permanece en mí ese disfrute cada vez
que pongo alguna parte de la adaptación o me siento a disfrutar de uno de sus
videojuegos. No, Digimon no parece algo pasajero que siga por
puro aburimiento.